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Una multitud se volvió a reencontrar en la calle por los derechos humanos

Foto: Leandro Blanco

El cielo oscilante entre nuboso y despejado, el clima templado y por momentos frío y una llovizna que ocasionalmente dijo presente no pudo evitar hoy que millares de personas retornaran a la calle, después de dos años. de veda por la pandemia, para acompañar a los organismos derechos humanos en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en un nuevo aniversario del último golpe de Estado cívico-militar.

La concentración en la mítica Plaza de Mayo, epicentro de los hechos más trascendentes de la historia nacional, tuvo dos momentos políticos: uno signado por la izquierda dura y otro posterior con los colores de distintas vertientes peronistas y sindicales.

En ambas circunstancias, los organismos de derechos humanos fueron el paraguas que contuvieron a todas las expresiones y las consignas que se levantaron a 46 años. de la instauración de la última dictadura.

Alrededor de la Pirámide de Mayo, cerca de las 14, militantes y dirigentes pertenecientes a agrupaciones como el Frente de Izquierda, PTS, Libres del Sur, Barrios de Pie y el Partido Obrero escucharon a las dos Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas (con flamantes 92 años.) y Mirta Baravalle, iniciar el primer acto convocado por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.

Luego se leyó un primer documento acordado por las distintas organizaciones que conforman el Encuentro y desde el escenario se arengaba el público, que respondía a las consignas que se lanzaban: «30.000 detenidos y detenidas desparecidos», «Ahora y siempre», «Hasta la victoria siempre», «Venceremos».

La gente también proponía sus propios reclamos como ¿Dónde está Tehuel?», en referencia al joven trans que fue visto por última vez el 11 de marzo de 2021 en San Vicente y que sigue siendo buscado por su padre Andrés.

Además, se podían leer banderas de las agrupaciones de izquierda que decían «No al acuerdo Gobierno-FMI» y un cartel de la organización La Poderosa con la consigna «Hisópese por la identidad, sepa su verdad», y se escuchaban cánticos en contra de los torturadores, como el histórico «Olé, olé/olé, olá/cómo a los nazis les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar».

«Más allá de que el año pasado también vine y se movilizó un sector de izquierda que vino igual, no estaban las Madres que son las que marcan la diferencia», valoró ante Télam Sergio Maldonado (hermano de Santiago) la presencia de las dueñas de los pañuelos blancos.

Por altoparlantes, las voceras aseguraban que en Plaza de Mayo y sus inmediaciones ya había 100 mil personas.

La columna de Madres Línea Fundadora con la histórica bandera azul que contiene las fotografías de los desaparecidos ya se posicionaba a la altura de la calle Piedras, esperando iniciar la segunda marcha, mientras era acompañada por los bombos de la agrupación La Chilinga, que la antecedía.

Un cordón de seguridad conformado por miembros de la Defensoría del Pueblo porteña y personal socorrista, con casos y chalecos naranjas, pertenecientes a la ONG Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios -CEPA- se encargaron de garantizar la llegada de las Madres hacia la columna donde ya esperaban otros militantes.

«Estamos aquí porque somos un organismo de derechos humanos que promueve el derecho a la comunicación», explicó Miriam Lewin a esta agencia, sobre la presencia del organismo que preside, la Defensoría del Público de Argentina.

Consultada por la masividad de la convocatoria, la periodista, que fue detenida y torturada en la ESMA durante la dictadura cívico-militar, dijo: «Me provoca una enorme alegría y me genera confianza que el ‘Nunca más’ es verdaderamente nunca más», mientras dejaba ver en su frente la frase inscripta en letras negras, «son 30 mil».

Varias intervenciones artísticas ya habían dejado su marca en el pavimento. Se podían ver siluetas dibujadas en alusión a los desaparecidos, la inscripción ‘Nunca Más’ acompañada por un pañuelo blanco y un retrato de Nora Cortiñas con la leyenda «Gracias por resistir».

Como cada año, cuando los organismos de derechos humanos proponen distintas iniciativas, en esta oportunidad se pidió intervenir los barbijos y fueron varios quienes respondieron escribiendo en sus tapabocas «Son 30 mil» o «¿Dónde están los 30 mil?», entre otras consignas.

«El 24 de Marzo en mi familia es algo que recordamos, no sólo por haber tenido militantes en la familia sino porque queremos que como sociedad no nos vuelva a pasar esto. Y es lo mismo que seguimos trabajando con nuestros hijos» explicó a Télam una manifestante, Ana, de Parque Chacabuco, sobre la participación de sus hijos mellizos de 11 años., quienes también llevaban sus barbijos intervenidos.

«Vinieron desde bebes a las marchas», agregó, explicando una situación que se repetía con la presencia de varias familias.

Foto Leandro Blanco
Foto: Leandro Blanco

Sobre la calle Piedras, y esperando que las organizaciones de izquierda comenzaran a avanzar, estaba la organización Centro El Veterano Ex-Combatiente Islas Malvinas de Berisso y Ensenada (CEVECIM) que participó junto al Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM La Plata) en la lectura de un documento en el inicio del segundo acto.

«Estamos anudados con los derechos humanos por haber padecido la misma dictadura cívico-militar» , expresó a Télam el presidente de Cevecim, Jorge Di Pietro.

Además planteó, en vísperas de cumplirse 40 años. del aniversario de la Guerra de Malvinas, que es necesario que el «Poder Judicial brinde justicia a los compañeros torturados».

El mismo pedido que reiteró cuando subió al escenario con el secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata e integrante del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a Malvinas, Ernesto Alonso, al unir sus reclamos con los de los organismos de Derechos Humanos.

Cerca de las 16, cuando el frío ya había avanzado y la lluvia amenazaba con irrumpir nuevamente, finalmente la columna de las Madres comenzó a avanzar, seguida por la agrupación CEVECIM. E ingresó a la Plaza al ritmo del tema «Matador», de Los Fabulosos Cadillacs.

Los miembros de Madres e Hijos, levantaron por encima de las cabezas y agitando los brazos la característica bandera azul con los rostros de los desaparecidos. Y comenzaron a bailar al compás de la música, contagiando al resto que empezó a agitar los dedos en V..

Otras de las organizaciones que acompañaron la movilización fueron Ctera, Peronismo 26 de Julio, Compañeros desaparecidos y asesinados de la UES, Asamblea Permanente de los DDHH, Hija e Hijos del exilio, Unidad Básica Timerman Ezeiza, Memoria Migrante por Verdad y Justicia, La Lorca (organización de descendientes de desaparecidos españoles) y Soberanxs, entre otras.

«Volver a la plaza a 46 años. de una tragedia terrible como fue el golpe de Estado con un plan siniestro», expresó a Télam Gabriel Mariotto, exvicegobernador de Buenos Aires e integrante de Soberanxs.

Mariotto agregó que su espacio marchó «con la consigna de siempre, Memoria, Verdad y Justicia», y añadió que «las deudas que son estafas, no se pagan», en referencia al endeudamiento con el FMI.

La gente recibió con el característico cántico «Madres de la Plaza/el pueblo las abraza» a la columna principal, luego de que dos años. de pandemia impidieron esta y otras movilizaciones.

También entonaron enérgicamente el cántico que tiene vida desde el fin de la dictadura, que supo hacer suyo la Juventud Peronista de entonces: «A pesar de las bombas/de los fusilamientos/los compañeros muertos/los desaparecidos/no nos han vencido».

Poco después, con los ánimos aún encendidos, los referentes de los organismos convocantes leyeron el documento final a través del cual instaron a no permitir que el neoliberalismo retorne a la Argentina y a mantener viva la memoria.

Fuente: Telam

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