Cómo hacer más rentable tu campo
Al momento de diseñar un plan de trabajo y de negocios, deben tenerse en cuenta todas las variables de costos y ganancias, ya que a la hora de invertir cada detalle cuenta.
Existe una creencia popular de que el trabajo en el campo es sencillo y ofrece muchas ganancias, de manera segura y con muy pocos riesgos. Pero esto es un mito. No es sencillo invertir en un campo, y debe asesorarse bien al momento de hacerlo, sino las pérdidas pueden ser muy importantes.
Si bien está estipulado cuánto rinde cada hectárea en quintales de producción, hay que tener en cuenta muchos factores: el precio no es fijo ya que depende del mercado internacional, a su vez, dependiendo de las semillas y fertilizantes que se hayan empleado, la producción va a alcanzar x cantidad de kilos (más o menos del standard), por otra parte, debe tenerse en cuenta también la inversión realizada tanto en la siembra como la cosecha (alquiler de maquinaria, operarios, insumos, etc.).
Ya que comprar un campo implica una inversión a gran escala, una de las opciones para poder trabajarlo es el alquiler de campos. Existen muchos campos en alquiler, que varían tanto en el precio como en la cantidad de hectáreas y en el tipo de producción que pueda hacerse en él. Si decide alquilar latierra, deberá tenerse en cuenta el valor del mismo al momento de diseñar un plan de negocios ya que ese precio puede hacer la diferencia entre un negocio rentable y otro que no lo sea.
Si hablamos de maquinaria, también son múltiples los factores a tener en cuenta. Existen muchas opciones de tractores usados en venta, cosechadoras, sembradoras, etc. Comprar tractores usados puede ser una buena opción a elegir, ya que gracias a la amplia variedad de precios, marcas y funciones, hay uno para cada necesidad, solo hace falta buscar para encontrar el ideal.
Otros aspectos para ganar rentabilidad
Tener buenas semillas y fertilizantes de laboratorios conocidos, con experiencia y rendimientos probados, es fundamental ya que de eso dependerá el éxito de la producción final. Para esto es necesario conseguir financiación en los sectores de capital financiero privados, que si bien implica un riesgo y las tasas de interés son altas, permite asegurar una producción mayor, y por ende una mayor utilidad y ganancia.
No todos los productores están dispuestos a asumir esos riesgos ni a enfrentar las altas tasas de los bancos, por lo que la única alternativa posible es la compra de insumos genéricos, obteniendo así menor rendimiento y quedando más expuestos a posibles fracasos.
Para evitar grandes pérdidas y asegurase un buen rendimiento del campo, es importante tener en cuenta tres aspectos fundamentales, a saber: el factor comercial, las finanzas y la producción, logística y gestión.
El factor comercial en el caso del pequeño o mediano productor está vinculado a la asociación entre ellos para poder lograr mejores negociaciones en toda la cadena. Además, si se establece un resultado objetivo, es más fácil poder vender la producción en momentos de mayor rentabilidad, sin tener que vender la cosecha en los momentos donde el precio es muy bajo en el mercado para simplemente pagar deudas.
En el caso de las finanzas es importante tener en cuenta la tasa a la que se ha financiado, ya que esta influirá en mayor o menor medida en el precio final del producto. Existen herramientas de asesoría financiera que evalúan más específicamente cada caso, pero a grandes rasgos, podría decirse que tener un plan de negocio bien diseñado disminuye los márgenes de error, evitando sorpresas desagradables.
Por último, la producción, logística y gestión son factores fundamentales para poder mejorar la rentabilidad del campo, a través de arrendamientos de largo plazo, relaciones de largo plazo con los contratistas, entrega de los granos a través de cooperativas o acopios, y la delegación o tercerización de actividades operativas, tales como siembras, cosechas,etc.
En conclusión, a la hora de diseñar un plan de negocios y trabajo para el campo, logrando el mayor éxito posible, son muchos los factores que intervienen en los procesos, por ende, muchos los factores a tener en cuenta.