Citaron a declarar a tres policías por encubrir a otro que mató de una patada a un hombre
La justicia citó a indagatoria a tres efectivos de la Policía de la Ciudad acusados de encubrir a un compañero de la fuerza que está imputado y será sometido a juicio oral por derribar de una patada a un hombre que murió al golpear su cabeza en el asfalto, en agosto de 2019, en el barrio porteño de San Cristóbal, informaron este lunes fuentes judiciales.
La medida dispuesta por la jueza en lo Criminal y Correccional 8, Yamile Susana Bernan, recayó sobre los efectivos Héctor Alejandro Fébula, Lorena Alejandra Luna y Sergio Daniel Sendra, quienes afrontan cargos por «encubrimiento agravado, falso testimonio agravado y falsedad ideológica».
Según las fuentes, la magistrada fijó las indagatorias para el 21, 22 y 23 de febrero a las 10, y los policías, un inspector y dos oficiales, deberán participar debajo apercibimiento de ordenar sus detenciones en caso de ausentarse injustificadamente.
El pedido de indagatoria había sido solicitado a la jueza por el fiscal Leonel Gómez Barbella, quien acusó a los policías de «haber actuado en forma conjunta y coordinada para ocultar, alterar y hacer desaparecer los rastros y pruebas del delito» y ayudar así al policía Esteban Ramírez (43) a eludir la investigación.
Gómez Barbella es el mismo fiscal que tiene a su cargo la investigación por el crimen de Lucas González, en Barracas, por el cual están detenidos tres policías de la Ciudad por el homicidio y otros 11 por el encubrimiento.
El nuevo pedido de indagatoria de estos efectivos forman parte de una causa que se desprende de la que tiene como acusado a Ramírez por el homicidio preterintencional de Jorge Martín Gómez (41), quien murió en agosto de 2019 luego de haber sido derribado de un patada y golpearse la cabeza en la caída, en Carlos Calvo entre Saavedra y Alberti, de San Cristóbal.
La instrucción de la causa estuvo a cargo de la fiscal en lo Criminal y Correccional 32, Ana Cristina Yacobucci, quien entonces dispuso que se extraigan copias para investigar por presunto encubrimiento a otros oficiales de la policía porteña. Tras una serie de planteos de competencia, en los que llegó a intervenir la Cámara, el caso fue devuelto a esa fiscalía, actualmente a cargo de Gómez Barbella.
En base a lo establecido en la causa que tiene a Ramírez como imputado del homicidio preterintencional de Gómez, alrededor de las 7.30 de ese 19 de agosto de 2019, tras oír una modulación policial en la que se informaba que había un hombre con un cuchillo en actitud agresiva, ese policía y el oficial Sendra, ambos de la comisaría vecinal 3B de la Policía de la Ciudad, se dirigieron a bordo de sus motos al lugar, donde vieron al hombre indicado cuando caminaba por la bicisenda con las manos detrás de la espada, mientras era seguido por la oficial Luna, quien les avisó que llevaba un cuchillo.
En ese momento, Ramírez se colocó delante de Gómez y le habría ordenado que dejara caer el cuchillo y le mostrase las manos, tras lo cual le dio una patada en la zona del abdomen que provocó que cayera de espaldas al suelo y golpease la parte posterior de la cabeza, lo que le ocasionó una fractura lineal fronto-parieto-occipital de cráneo, que derivó en su muerte en el Hospital Ramos Mejía.
Ramírez iba a comenzar a ser juzgado el 6 de septiembre último por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 9, aunque el debate se suspendió tras un pedido del abogado querellante para que se aceptara como parte a uno de los hermanos de la víctima.
Es que Ariel Gómez, que se había presentado como particular damnificado en la causa, falleció en mayo pasado por Covid-19 y el abogado de la familia pidió que sea sustituido por su hermano Eduardo, lo que fue rechazado.
Ante esa negativa, el abogado querellante presentó un recurso de Casación, que fue concedido por el TOC 9 y que derivó en la suspensión del debate hasta que se resuelva la cuestión.
De acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio de Yacobucci al que accedió Télam, el policía Ramírez actuó en un momento en el que «no había conducta alguna de alarma, es decir no esperó la respuesta a las órdenes que le había impartido a Gómez cuando le aplicó la patada que provocara que aquel cayera de espalda, situación que en definitiva le provocara la muerte»
El policía había declarado que en un momento de distracción decidió golpearlo con una patada en el abdomen para que «pierda el aire y al doblarse poder reducirlo». Pero que, contrariamente a lo que esperaba, cayó pesadamente de espalda y que luego de la caída no le pareció que estuviere malherido ya que no tenía sangre, ni síntomas de que se ahogase.
«Las probanzas colectadas en autos, en especial las filmaciones del suceso, en conjunto con las declaraciones de los testigos y la autopsia efectuada por la Morgue Judicial, contradicen su versión», sostuvo entonces la fiscal.
Por su parte, el abogado Ignacio Trimarco, representante de la familia de Gómez, había adelantado que sostendría en el juicio que el hecho debía encuadrarse como un «homicidio con dolo eventual, agravado por ser un miembro de las fuerzas de seguridad».