Telefónica, lista para comprar activos móviles de Oi en Brasil
La autoridad que regula la competencia en Brasil, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), dio luz verde este miércoles la venta de los activos móviles de la compañía Oi.
Oi es el cuarto operador nacional en Brasil, y su negocio será repartido entre sus competidores: TIM, Claro y Telefónica Brasil, con la aplicación de condiciones que deben aplicarse antes de la finalización de la operación. Las condiciones finales se darán a conocer en los próximos días.
Se trata de la mayor adquisición realizada por Telefónica desde 2015. La operadora y sus competidores, América Móvil y TIM Brasil resultaron adjudicatarias en la subasta de estos activos, por un importe total cercano a 16.500 millones de reales (unos 2.780 millones de euros), señala Cinco Días.
La transacción supondrá la reducción del número de operadores móviles nacionales de red de cuatro a tres, de manera similar a lo que ocurre en países como Estados Unidos y Alemania.
Qué activos sumará Telefónica
Como parte del acuerdo, Telefónica pagará en torno a 900 millones de euros, e incorporará en torno a 10,5 millones de líneas móviles, además de mejorar la cobertura en varios estados del país. Con esta transacción, el grupo superará la cota de los 100 millones de clientes en telefonía móvil en el Brasil, uno de sus cuatro mercados estratégicos, junto a Reino Unido, Alemania y España. El mercado brasileño es el mayor del grupo Telefónica en número de clientes.
Las acciones de Telefónica Brasil reaccionaron con una subida superior 2,4% en San Pablo, mientras que los ADR de Telefónica también registraron subidas en Wall Street. En la Bolsa de Madrid, antes de la obtención del acuerdo, las matildes habían subido un 1,27%, y ya acumulan una revalorización del 12,7% desde principios de año.

Crisis prolongada: Oi está en concurso de acreedores desde al año 2016.
Telefónica da un paso más en la ejecución del plan estratégico anunciado a final de 2019, en el que uno de los puntos principales pasaba por concentrar la actividad en cuatro grandes mercados estratégicos, España, Alemania, Reino Unido y Brasil. La intención era, igualmente, reforzar las operaciones en cada mercado. En Reino Unido, Telefónica cerró en junio de 2021 la integración de O2 con Virgin Media, filial de Liberty Global, para crear un gran operador integrado, participado al 50%, para desafiar el liderazgo histórico de BT.
En Alemania, una de las principales apuestas ha sido la creación de la filial conjunta de fibra con Allianz, mientras que en Brasil, la operadora española decidió pujar por la compra de los activos móviles de la mencionada Oi.
Oi: de la crisis a la venta
La transacción, revisada por las autoridades judiciales, dada la situación de concurso de acreedores en la que está Oi, ha ido recibiendo los distintos permisos. En noviembre, la Superintendencia General del CADE recomendó que la transacción fuera aprobada con condiciones, y hace pocos días, fue el regulador de las telecos Anatel, el organismo que dio su visto bueno a la operación.
En los últimos días se habían generados algunas incertidumbres, con la petición de la fiscalía brasileña a CADE para que bloquease la transacción, porque violaba la competencia. En cualquier caso, su recomendación no era vinculante. Este miércoles, incluso, el consejero instructor en el CADE recomendó el rechazo de la operación porque afectaría a la competencia. De hecho, afirmó que la venta daría lugar a un trío de compañías que controlaría el 98% del mercado, imposibilitando la entrada de nuevas operadoras.
Finalmente, en la votación del consejo del CADE se registraron tres votos a favor y tres en contra, si bien el presidente del organismo, Alexandre Cordeiro, hizo valer su voto de calidad en favor de la aprobación de la transacción, indica Cinco Días.
Oi está en concurso de acreedores, el mayor de la historia de Brasil, desde 2016. Desde entonces, y tras distintos acuerdos con acreedores, ha llevado a cabo un proceso de reorganización, que ha incluido la venta de activos de infraestructuras y centros de datos. La venta de los activos móviles era clave para reducir la deuda y salir de concurso.