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¿Pensás invertir en los tokens NFT?: claves para evitar errores

Dentro de los activos digitales que se están imponiendo como forma de inversión y, en este caso, también de colección de piezas únicas de arte virtual, se encuentran los «Tokens No Fungibles» (Non-Fungible Tokens), más conocidos como NFT.

Los mismos empiezan a constituir para del patrimonio de las personas, tal como tener efectivo, propiedades, automóviles, joyas u obras de arte, entre otros bienes.

Por eso su importancia en la economía de los ahorristas es básica, y se debe conocer cómo proteger esa inversión.

Para tener una idea, cada uno de los NFT es único y puede crearse a partir de activos digitales, como un dibujo, música o videoclip, un tuit, entre otros recursos. O bien, representar un activo tangible ya existente o, incluso, de futura existencia.

Por lo tanto, cualquier activo físico o virtual puede representarse mediante este instrumento virtual.

Sin embargo, los expertos resaltan que estos bienes digitales tienen su propio conjunto de riesgos y consideraciones específicas, para su preservación,  protección y costos de transacción.

Incluso, pueden formar parte de un legado de una herencia. Por eso, más allá de lo lúdico vinculado a la «estética» de cada uno de ellos como obra de arte, también cobran una importancia patrimonial fundamental.

Cabe recordar que son prácticamente lo opuesto a los tokens genéricos o fungibles, que son intercambiables entre sí, y no tienen una característica distintiva, ni particular, en lo que representan.

«Igual, todas son especies de criptoactivos que se almacenarán en una wallet o billetera virtual, sobre la cual deberemos prestar especial atención a la hora de planificar nuestro patrimonio, dado el gran valor que pueden llegar a alcanzar», alerta la experta legal Daniela Baldovino, global head corporate & funds de Untitled SLC.

Como dato adicional, los NFT llegaron al mundo de los criptoactivos en 2017, gracias al uso de la misma tecnología que permite la creación de criptomonedas.

Según un informe de meses atrás, citado por Financial Times, sólo OpenSea, el marketplace de NFT más reconocido del mundo, lleva vendidos u$s2.500 millones en estos activos puntuales, en un mercado que viene en ascenso.

Asimismo, su expansión es innegable. Por ejemplo, Lionel Messi presentó su colección de NFTs, llamada «Messiverse», que representa obras digitales. También Cristiano Ronaldo lanzó su propia colección.

Incluso, varias bandas musicales lanzaron, o están por lanzar, sus nuevos trabajos y los tickets de recitales coleccionables directamente en formato NFT, y hay otras que están ofreciéndolos sin intermediarios, mediante el uso de tecnología blockchain.

Leonel Messi y Cristiano Ronaldo tienen sus propios NFT coleccionables, pero a la hora de adquirirlos se debe tener cuidado.

Leonel Messi y Cristiano Ronaldo tienen sus propios NFT coleccionables, pero a la hora de adquirirlos se debe tener ciertos cuidados.

Claves a tener en cuenta

Ahora bien, existen distintos cuidados que se deben tener y aspectos legales a tomar en cuenta a la hora de invertir en NFT.

«Coleccionistas de todo el mundo están digitalizando sus ítems para poder almacenarlos de forma más eficiente, pero también tentados por la robustez del blockchain para corroborar la autenticidad y propiedad de sus colecciones», dice Baldovino.

Y agrega: «En breve, podremos ver la aplicación de los NFT a la propiedad de bienes aún más valiosos y complejos. En tanto se expanda su condición de ser un instrumento para garantizar la propiedad única de cualquier activo, la perspectiva es que trasciendan cada vez más el mercado artístico, habilitando nuevos modelos de negocios, como real estate, e-sports, inversiones, entre otros».

Según Baldovino, antes de adquirir un NFT el interesado tiene que analizar exhaustivamente su contenido, básicamente, para «saber si solamente está adquiriendo la obra o si la misma incluye o no derechos de explotación patrimonial«.

En el primer caso, de acuerdo a esta especialista, el NFT será un objeto para coleccionar, mientras que, en la segunda posibilidad, debe tomarlo como un «activo objeto de explotación económica». 

En tanto, en caso que los NFT sean una representación digital tokenizada de una obra real, hay que tener en cuenta que cuando se traspasa una obra digital «no se transmiten necesariamente los derechos que tiene el autor sobre la obra».

«De la misma manera que quién vende un cuadro no transmite al comprador los derechos de explotación de la pintura, excepto que se haya hecho, por ejemplo, un contrato de cesión de derechos», detalla Baldovino.

Para completar que, en estas condiciones, «es importante, entonces, atribuir al token aquellos derechos de explotación de la obra que se quieran transmitir y la forma de hacerlo».

Es decir, si es exclusiva o no, incluso, si vale para todo el mundo o sólo para algunas jurisdicciones. Además se debe sabar por cuánto tiempo se ceden los derechos y los costos o comisiones por cada transferencia. 

En resumen, se desprenden dos grandes categorías: la primera es de los NFT que revisten la condición de utility token, y sirven para intervenir en una plataforma para adquirir bienes y servicios en ella, tipo las millas de las aerolíneas.

La otra la integran los NFT que representan un activo existente, tangible o no tangible, digital o material, sean acciones, obras de arte, música, derechos, un dibujo, entre otros.

Los NFT estás posicionándose entre los ahorristas, no sólo como insrumento de inversión, sino también en piezas únicas de arte

Los NFT estás posicionándose entre los ahorristas, no sólo como instrumento de inversión, sino también como piezas únicas coleccionables.

«También se da el caso de gente que pide ayuda porque aspiran a emitir NFTs como parte de un proyecto determinado. En ese caso, se debe definir de qué manera se estructurará la emisión de esos tokens: quién va a ser el dueño inicial del proyecto que va a emitir los tokens, cómo será la operación de su venta a terceros, si esa actividad será o no regulada», menciona Baldovino.

Y completa su idea: «Es decir, si necesita una licencia, o un permiso del ente regulador de cada jurisdicción, que seguramente deba solicitarse si la actividad que envuelve ese NFT es una inversión».

Entre las distintas opciones que se barajan para estos casos, Baldovino subraya que es clave definir, además, si la compañía que emitirá los tokens en la plataforma específica va a ser la misma que se encargue de venderlos. O bien, si se los va a transferir a otra para que se encargue de esta tarea.

«Todo esto es porque la normativa va cambiando o no hay normativa, entonces no sabemos con seguridad los cambios regulatorios que pueden implementar los países para permitir toda actividad vinculada con los NFT», aclara la experta. 

Entonces, al menos en esta etapa, Baldovino recomienda «separar» las actividades involucradas en las distintas estructuras para «disminuir los riesgos del proyecto».

Con ello se refiere encarar de forma aislada a la emisión, venta, tenencias de los derechos de propiedad intelectual, entre otros pasos que involucran los NFT.-

Fuente: iprofesional.com

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