El actor y locutor Daniel Guerrero, quien cursó más de medio siglo de actividad internacional en televisión, cine, teatro, publicidad y radio, murió en Buenos Aires a los 76 años aquejado de una enfermedad pulmonar, informó este sábado la Asociación Argentina de Actores.
Guerrero egresó del ISER en 1968, dando inicio a una nutrida labor como locutor, que incluye trabajos en las radios El Mundo, Splendid, Belgrano (donde reemplazaba a Hugo Guerrero Martinheitz en el popular “El show del minuto”), Rivadavia, FM Palermo, entre otras.
Como conductor también llegó a la TV donde participó en «Buenas tardes, mucho gusto», «Sábados continuados», «Sábados musicales», «Matinee», «Nuevediario», «Hollywood en castellano«, «Teleonce informa», entre otros programas.
El paso de la locución a la actuación se dio pasada la mitad de la década del ’70 cuando aceptó sumarse al elenco de galanes de la pieza teatral del verano marplatense “Es más lindo con amor”, donde compartió cartel con Claudio García Satur y Rodolfo Bebán y conoció a Zulma Faiad, quien sería su esposa y madre de sus dos hijas: Eleonora y Daniela.
Su labor televisiva como actor lo vinculó con figuras como Verónica Castro, Linda Cristal y el grupo juvenil Menudo e incluyó títulos como «Tu mundo y el mío», «Por siempre amigos», «Alta comedia», «Rosse», «Pablo en nuestra piel», «El teatro de Darío Víttori», «Yo sé que mentía», «Quiero gritar tu nombre», “Por siempre amigos”, «Cara a cara», «Esta puede ser su historia», «El gran amante», «Matrimonios y algo más».
En teatro, trabajó en las obras «Aplausos», «El andador», «Mateo», «Una Zulma y dos Adanes», «Unas piernas con historia», «Cena de matrimonios», «Estrellas de mar», «Cuando Adán perdió la hoja», «Una noche a la italiana», «Novio por diez días», «Usted no es Greta Garbo», «Mi viudo tiene un marido», entre otras. Y en cine participó en «El bromista», «Brigada explosiva contra los Ninjas», «La flor de la mafia», «Un elefante color ilusión», «Micaela, una película mágica».
Su labor como actor, animador y locutor trascendió las fronteras y llegó a desempeñarse en Uruguay, Paraguay, Venezuela, México, Puerto Rico y Estados Unidos.
