Esta semana se estrena en el cine Gaumont, en la plataforma de streaming gratuita Cine Ar Play y en la señal Cine Ar TV «El empleado y el patrón», tercer largometraje del director montevideano Manuel Nieto Zas luego de «La perrera» (2006) y «El lugar del hijo» (2013).
Que los protagonistas de este notable e inquietante drama rural sobre las diferencias de clase que tuvo su premiere mundial en el último Festival de Cannes sean Nahuel Pérez Biscayart, Justina Bustos y Jean-Pierre Noher es solo una muestra más de las permanentes articulaciones artísticas y de producción entre el cine uruguayo y el argentino.
Las explicaciones sobre esta fecunda sociedad no hay que buscarlas solamente en la cercanía geográfica o en idiosincracias similares: el denominado nuevo cine uruguayo y su similar argentino vienen nutriéndose y colaborando entre sí desde hace ya más de dos décadas compartiendo financiamiento, locaciones, artistas e historias.
«El empleado y el patrón» (Netflix)
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Podría decirse que una de las figuras clave del nuevo cine argentino… es uruguayo. En efecto, Israel Adrián Caetano, quien a fines de la década de 1990 concibió títulos fundamentales de aquel movimiento como «Pizza, birra, faso» (codirigida con Bruno Stagnaro) y «Bolivia», para luego rodar «Un oso rojo», «Crónica de una fuga» o «El otro hermano», recién en los últimos meses filmó por primera vez un largometraje en su país, «Togo» con producción de Netflix y lanzamiento previsto para este año.
También uno de los actores más significativos de ese nuevo cine argentino es uruguayo. Daniel Hendler protagonizó películas de Daniel Burman («Esperando al mesías», «El abrazo partido», «Derecho de familia»), Damián Szifron («El fondo del mar») o Juan Villegas («Sábado», «Los suicidas»), aunque en 2001 fue uno de los intérpretes principales de «25 watts», ópera prima de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll considerada una de las piezas fundacionales del nuevo cine uruguayo. Y a la hora de incursionar como director siempre lo hizo en su país de origen con valiosos films como «Norberto apenas tarde» (2010) y «El candidato» (2016).
Otro realizador insoslayable del cine uruguayo contemporáneo es Federico Veiroj, quien tiene toda su brillante filmografía disponible en distintas plataformas de streaming: «Acné» (2008), «La vida útil» (2010) y «El apóstata» (2015) figuran en el catálogo de Amazon Prime Video; «Belmonte» (2018) está en Netflix, mientras que «Así habló el cambista» (2019), coproducción con Argentina en la que además del omnipresente Hendler también actúan Dolores Fonzi, Luis Machín y Germán de Silva, se puede ver en Star+.
«Así habló el cambista»
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No solo «Belmonte», de Veiroj, está en Netflix, ya que en esa misma plataforma se puede encontrar otro clásico de la dupla Stoll-Rebella (recordemos que este último falleció muy prematuramente en 2006 con apenas 32 años) como «Whisky» (2004) y valiosos títulos como «La noche de 12 años» (2018), film de Álvaro Brechner (el mismo de Mr. Kaplan) ambientado durante la última dictadura militar que reconstruye el largo cautiverio en prisión de José ‘Pepe’ Mujica, Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro; y «Alelí» (2019), de Leticia Jorge, con Néstor Guzzini y Mirella Pascual.
La lista de coproducciones entre Argentina y Uruguay sería interminable: allí están desde los largometrajes de Adrián Biniez como «Gigante», «El 5 de Talleres» y «Las olas» hasta los del mencionado Manuel Nieto Zas. En «La perrera» aparecía Martín Adjemián y entre los coproductores figuraban Natacha Cervi y Hernán Musaluppi; mientras que en «El lugar del hijo» figuraba Alejandro Urdapilleta y uno de los productores principales fue el reconocido director Lisandro Alonso.
«120 pulsaciones por minuto»
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Y hablando de colaboraciones artísticas y de trotamundos que filman con la misma ductilidad en distintos países e idiomas, lo de Nahuel Pérez Biscayart no deja de sorprender, ya que así como es el protagonista de «El empleado y el patrón» para un director uruguayo, trabaja de forma recurrente en la Argentina pero también en Francia, donde ha encabezado películas de Benoît Jacquot («Au fond des bois»), Joan Chemla («Si pudieras ver su corazón», disponible en Netflix), David Lambert («Je suis à toi»), Albert Dupontel («Au revoir là-hau») y Robin Campillo (la excepcional «120 pulsaciones por minuto», sobre la crisis del SIDA en la París de los años 90, que está en el catálogo de Qubit).
En España filmó «Todos están muertos» (Amazon Prime Video). Y luego está, claro, su amplio y significativo aporte al cine nacional que va desde la excepcional «El aura», de Fabian Bielinsky, donde hace ya más de 15 años compartió cartel con Ricardo Darín, Dolores Fonzi y Pablo Cedrón (se puede ver en Movistar TV), hasta «Lulú», de Luis Ortega, pasando por la reciente «El prófugo», de Natalia Meta, en la que Pérez Biscayart trabajó con Erica Rivas, Cecilia Roth y, sí, Daniel Hendler.
Lo que se dice, un actor prolífico, multifacético e inclasificable.