ante escasez de chips, Sony tomó inesperada decisión
La compañía japonesa no logra satisfacer la demanda de los jugadores que quieren llevarse una PS5 a sus hogares. Qué decisión tomó
La escasez mundial de chips para cualquier uso está poniendo en jaque a las industrias más diversas. Desde la automotriz hasta, por supuesto, la de los videojuegos. Tanto es así que quienes buscan hoy comprar una PlayStation 5 saben que muchas veces se enfrentan a la falta de stock o a precios exorbitantes.
En este contexto, la compañía Sony parece haber admitido que no puede conseguir los insumos necesarios para fabricar la PS5 al ritmo que exige el mercado. Entonces, para aliviar la demanda de los gamers tomó una decisión inesperada, que es la de extender durante este año la fabricación de la generación anterior de la consola, la PS4.
Ahora bien, ¿por qué fabricar PS4 en lugar de PS5? Simplemente, porque la generación anterior es más «sencilla» en términos de hardware y, en este momento de gran escasez de chips, esa sencillez le juega a favor.
Según Bloomberg, Sony esperaba empezar a recortar la producción de consolas PS4 a fines de 2021 para dar más protagonismo a su nueva máquina, que es mucho más avanzada.
Sin embargo, la escasez de semiconductores y los problemas de logística derivados de la pandemia dieron por tierra con estos planes. De esta manera, la empresa japonesa mantendrá ahora la producción de consolas PS4 al ritmo habitual, un millón de unidades más de lo previsto inicialmente, durante todo el año 2022.
La PS4 seguirá presente en las tiendas durante 2022.
Por qué fabricar la PS4
La PlayStation 4 se lanzó al mercado hace casi nueve años y los componentes que requiere su fabricación son mucho más fáciles de conseguir en el mercado actual.
El proceso de fabricación es también más simple y durante los primeros años de una nueva generación de consolas los desarrolladores, por lo general, tienden a lanzar juegos compatibles también con las anteriores, así que la mayoría de los jugadores podrá jugar a la mayoría de títulos previstos para 2022.
Pero la decisión supone un duro golpe para el sector y pone a Sony en una situación complicada. La única versión de PS4 que Sony continua fabricando es la Slim menos potente que la PS4 Pro que también ha vendido durante los últimos cinco años. Para muchos jugadores esta alternativa es menos apetecible.
La PS5, un objeto de deseo difícil de conseguir.
La PS5, agotada
Desde su lanzamiento a finales de 2020 Sony ha vendido más de 13,4 millones de PS5, pero son también todas las que ha podido fabricar. Las dos versiones de la máquina (con y sin unidad de disco) están agotadas en la mayoría de territorios y las nuevas unidades llegan con cuentagotas. La PS4 ha sido una de las consolas de videojuegos más populares de la historia, con más de 116 millones de unidades distribuidas en todo el mundo en sus casi 10 años de vida. Sólo la Playstation 2, la Nintendo DS y la GameBoy han superado esas cifras, señala El País.
Además de la frustración de los potenciales clientes esta escasez ha propiciado la aparición de un lucrativo mercado de reventa de PS5 en las que estas máquinas pueden llegar a alcanzar el doble de su precio de venta recomendado, que es de u$s399 o u$s499, según el modelo elegido.
