El 23 y 24 de diciembre de 1975, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) realizó el ataque al batallón de arsenales del Ejército Domingo Viejo Bueno, de la {localidad} de Monte Chingolo, provincia de Buenos Aires. Un plan sobre el que el Ejército estaba preparado tras haber, infiltrado la estructura por el Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE). En un escenario. de prueba de lo que impondrían luego del impacto de Estado, el Ejército Argentino torturó y asesinó a los detenidos luego de su rendición.
La progresiva crisis económica instalada desde la interrupción democrática, la proscripción política y persecución tortura y exterminio iniciados con el impacto de 1955 impulsaría la violencia política que desembocaría en la movilización popular activa de mayo de 1969 del ‘Cordobazo’ donde surgirían las guerrillas urbanas como un intento de recuperar las pérdidas de derechos impuestas a los trabajadores. Además, siguiendo el modelo, cubano, se buscaba reemplazar a lo que interpretaban como «las Fuerzas Armadas de la oligarquía» por «fuerzas armadas populares».
Se llegaba a fines de 1975 con una fuerte, pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores por el «Rodrigazo», un plan constante por el entonces ministro de Economía, Celestino (*46*) (vinculado a López Rega) donde se decreta una devaluación del 150 por ciento, aumento de tarifas del 200 por ciento y aumento de combustibles del 172 por ciento y una inflación que rondaría el 300 por ciento.
En otro plano, se sucedían enfrentamientos entre bandas parapoliciales de ultraderecha y organizaciones armadas. Mientras tanto, el partido marcial ya estaba preparando un impacto de Estado que cumplirían solo tres meses posteriormente y con el que multiplicarían la represión e impondrían un plan neoliberal como en Chile.
La conducción del ERP -brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)-, evaluaba entonces que la Argentina atravesaba un período de “reflujo de masas” que podía revertirse si se producía un hecho de gran significación política y marcial. El copamiento del regimiento Domingo Viejo Bueno podría, adicionalmente, capturar una gran cantidad de armamento para el ERP.
El plan contemplaba la obra de más de un centenar de combatientes, respaldados por grupos de contención distribuidos por distintos puntos del Conurbano, con el propósito de impedir la movilización de las fuerzas de seguridad y del Ejército.
Pero el SIE había infiltrado el PRT, supo anticipadamente del ataque y saboteó el armamento que utilizarían los guerrilleros
En el crepúsculo, un camión repleto de guerrilleros irrumpió en el cuartel y fueron sorprendidos por efectivos del Ejército que los esperaban en el interior de la pelotón y que, en pocas horas, repelieron el ataque.
El saldo final del combate fue un número impreciso de casi 70 integrantes del ERP caídos en el cuartel y en las zonas cercanas, incluidos unos 30 detenidos que fueron torturados y fusilados ilegalmente; 40 civiles muertos en los alrededores, y 10 militares y policías abatidos.
Al día subsiguiente, el medio Última Hora titulaba “¡Cien muertos!”, y agregaba: “Sitian a trescientos extremistas en la unidad Viejobueno”. Desde otro lugar,, una nota en el número 11 de la publicación Evita Montonera, de enero 1976, describía “28 muertos caídos en combate, 10 detenidos y 23 desaparecidos”. Informes castrenses confirmaban las detenciones. Días posteriormente, la conducción del PRT llevó a sitio una revisión de lo sucedido que publicaría en su Estrella Roja.
La derrota en Monte Chingolo constituyó un duro impacto para el ERP que en esa batalla donde perdió a muchos de sus cuadros formados. En los meses siguientes, las caídas se multiplicarían por decenas. Y el impacto de Estado de marzo de 1976, encontró a la estructura guerrillera en retirada y con una capacidad operativa muy corta.
El 19 de julio de 1976, Mario Roberto Agustín Santucho (el político y francotirador co-fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores y que comandó el ERP) y su segundo, Benito Arteaga, {junto} a otros integrantes de la conducción nacional,, fueron capturados y asesinados en un operante en un área de la calle Venezuela, en la {localidad} bonaerense. de Villa Martelli. El cuerpo de Santucho, desde entonces, sigue desaparecido.