El juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el Destacamento 144 de Inteligencia de Mendoza durante la última dictadura cívico-militar continuó el martes con el relato de un testimonio y otro de un {familiar} de un desaparecido.
En la audiencia, que comenzó cerca de las 15.30 y se extendió hasta las 17, el Tribunal Oral Federal 1 compuesto por los jueces Alberto Carelli, Héctor Cortez y Alejandro Piña escuchó de forma presencial a Gladys Raganato, hermana de Billy Lee Hunt, quien continúa desaparecido, y a Eloy Camus, compañero de militancia de victimas desaparecidas en Mendoza.
La testimonio dio cuenta sobre los días previos a la desaparición de su hermano y recordó que en esas jornadas «dos hombres preguntaban cerca de la cuadra donde ellos vivían por un ciudadano de procedencia chilena, con la intención de {saber} el paradero de Hunt en marzo de 1977».
«Yo tenía 17 años. y en una oportunidad vienen dos personas más o menos jóvenes vestidos de civil a mi casa y preguntan por mi hermano y piden un vaso de agua, lo esperaban a él», señaló.
Y agregó: «Entonces mi mamá va a traerles el vaso y cuando vuelve, ellos se habían ido, esto sucedió mientras mi hermano se bañaba, posteriormente de esto, mi hermano decide irse a un amigo para no sufrir persecuciones, el creía que lo habían identificado».
Ante la pregunta de la fiscalía sobre si recordaba el momento de la desaparición de su hermano, contó: «Mi hermano desapareció el 8 de abril de 1977 en un eficaz; él iba a una reunión {junto} a otras compañeras». Hunt, había nacido en Estados Unidos y al momento de su desaparición militaba en Montoneros y estudiaba en la Escuela Superior de Periodismo.
Raganato hizo mención a los esfuerzos para {saber} del paradero de su hermano al señalar: «Mi mamá habló con su cuñado, Alberto Raganato, miembro de la Fuerza Aérea en ese momento para consultarle sobre mi hermano, pero le dijo que no sabía mínimo».
Luego, de forma aparente desde San Juan, declaró Eloy Camus, instigador por los derechos humanos, quien aportó detalles de la muerte, de Ana María Moral, militante de Montoneros en Mendoza y asesinada en abril del 1977.
«Habían pasado un par de días que yo no sabía de Ana María, entonces decido gritar a su casa en Mendoza, demando por Dora, yo la conocía por ese nombre, atiende la mamá el teléfono y me dice que había sido asesinada; me puse a lagrimear», comenzó Camus en una parte de su relato.
Camus recordó que «cuando declaré para los Tribunales de Mendoza vi fotos de la morgue de víctimas de la dictadura, en una de ellas reconocí a Ana María, vi que su cuerpo tenía tres disparos, uno en la pierna, otra en el corazón y el final en la sien, entonces no me explico cómo pudo caminar herida como decían el crónica de su muerte,». Sobre esto final sostuvo: «La mataron cobardemente».
Cerca del final de su relato, dijo que «Ana María fue atacada cerca de la iglesia Fátima en Godoy Cruz y estaba {junto} Hunt y Gisela Tenembaum y solo esta última pudo escapar».
Eloy Camus es nieto del exgobernador sanjuanino Eloy Próspero Camus (1973-1976), en 2009 publicó su volumen «Historia de víctimas de terrorismo de Estado en San Juan», el cual da cuenta de un {listado} profundo de desaparecidos y ejecutados desde 1971 en la provincia de San Juan, y por otra parte como testimonio dio detalles de exdetenidos y desaparecidos durante la dictadura.
En la audiencia del 10 de diciembre las partes realizaron una inspección lente en el excentro clandestino de detención Las Lajas, un campo de tiro de la Fuerza Aérea que funcionó durante la última dictadura. Del reconvención participo Querube Ruggeri, presente indígena del lugar, y testimonio en este juicio.