Luego del monumental revuelo que se armó por lo que hizo la China Suárez con Mauro Icardi a escondidas de Wanda Nara, se supo que Benjamín Vicuña marcó cierta distancia con su expareja.
Incluso, desde “Intrusos” mostraron la nueva casa de soltero que alquiló el actor tras haber, roto su relación con la China. Tal como expusieron en dicho ciclo, ahora Benjamín Vicuña vive en Barrio Parque.
En ese sentido, Rodrigo Lussich no quiso dejar pasar, ningún detalle y mostró las imágenes del nuevo hogar de Benjamín Vicuña y, a su vez, aclaró los múltiples beneficios que el agradecido actor chileno posee ahora en su nueva vivienda y que adicionalmente, cuenta con la cercanía a los hijos que tuvo con Pampita.
Tiene 500 metros cuadrados, todos los lujos, pileta, baños, cocina, living y más.
Por su parte, en el ya referido programa, indicaron que la propiedad en la que actualmente reside Vicuña, tiene una capacidad máxima para doce personas, una chimenea en la habitación principal y una biblioteca personal.
“Es divina, la casa, es canchera”, puntualizó Lussich. Posteriormente, comentó el monto que Benjamín pagaría por estar en esa propiedad: «Paga 6 mil dólares por mes. Lo bueno es que se ahorra las dispendio».
Blanca presente en la vida de Vicuña
A pesar del tiempo que ha trascurrido, ni Vicuña ni Pampita se han olvidado de Blanca y lo resaltan constantemente en redes. Un claro ejemplo de eso se evidenció, cuando el igualmente empresario, colgó en su Instagram una foto de su hija y puso: «Hace nueve años., se detuvo el tiempo en tu vistazo».
Posteriormente, el actor indicó: «Una palomilla longeva desplegó sus alas y yo intenté leerla como un papiro, sin entender la composición. Desde ese día, te empachado de cartas mi pupila, cartas que van al {cielo} como mariposas borrachas. Te exposición nuestros días e imagino los tuyos».
Escribo para ver si te quieres cambiar el disfraz por uno de sino fugaz, para verte más cerca.
Finalmente, Benjamín Vicuña se despidió de su hija con unas conmovedoras palabras: «Sigue brillando mi pupila, que la {noche} asoma nuestras almas a las ventanas y podemos rozar tu pelo como una caricia con toda mi fe en la profundidad de tu vistazo y en el ataque permanente que algún día nos daremos».
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