
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 se reunieron este sábado en Liverpool, en el boreal de Inglaterra, para mostrar dispositivo frente a los «agresores» mundiales y {hablar} principalmente sobre las maniobras de Rusia en la frontera ucraniana, aunque el temario incluso incluye el avance de China y la situación humanitaria en Myanmar y Etiopía
«Tenemos que unirnos con fuerza para hacer frente a los agresores que intentan restringir las fronteras de la desenvolvimiento y la democracia», dijo la jefa de la diplomacia británica, Liz Truss, cuyo país preside este año el grupo, de siete grandes economías, en el inicio de este encontronazo de dos días.
«Para ello, tenemos que hacerlo con una única voz», añadió, instando a reflexionar para «ceñir la dependencia estratégica» y animar la «construcción de la seguridad» de las grandes potencias del edicto demócrata frente a los «regímenes autoritarios».
Aunque no nombró a estos «agresores», estas afirmaciones se enmarcan en las intenciones de Estados Unidos de conducir el G7 en torno a una organización occidental para frenar las ambiciones de China a nivel mundial y de la tensión entre Rusia y Ucrania en sus fronteras.
Los jefes de las diplomacias de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido debatirán sobre las crisis actuales en Myanmar y Etiopía
Durante semanas, la OTAN, Estados Unidos y los líderes europeos acusaron a Rusia de querer invadir Ucrania, {algo} que el Kremlin niega.
Este tema ya fue abordado en las primeras reuniones bilaterales al beneficio del principal encontronazo. Liz Truss habló con la nueva titular de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, de la menester de hacer un «frente unido contra la embestida rusa», precisó la agencia de noticiero AFP.
Por su parte, Baerbock y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acordaron que «era necesaria una respuesta firme en caso de ascenso de Moscú», según indicó Washington.
El martes, el presidente estadounidense, Joe Biden, habló con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y le advirtió de que Rusia se arriesgaba a «fuertes sanciones, incluidas las económicas» si intensificaba su movimiento marcial en Ucrania.
Además de esta tensión marcial, los jefes de las diplomacias de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido debatirán sobre las crisis actuales en Myanmar y Etiopía.
En cuanto a las conversaciones con Irán respecto a su programa, nuclear, se dilación que los ministros del G7 pidan a Teherán que detenga la ascenso y vuelva al acuerdo de Viena.
Debido a la situación sanitaria, con la propagación de la transformación Ómicron del coronavirus, se han tomado medidas estrictas en el museo de Liverpool donde se celebra la reunión
Para Liz Truss, el «frente unido» en presencia de los regímenes autoritarios necesita incluso profundizar en las relaciones económicas entre los países democráticos.
«Debemos ingresar la batalla de las tecnologías», «asegurándonos que nuestras normas tecnológicas están establecidas por aquellos que creen en la desenvolvimiento y la democracia», insistió, en otra indirecta a China.
Esta es la segunda reunión en persona de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 este año, tras la celebrada en mayo en Londres.
Debido a la situación sanitaria, con la propagación de la transformación Ómicron del coronavirus, se han tomado medidas estrictas en el museo de Liverpool donde se celebra la reunión.
Se exige a los delegados que presenten una prueba de PCR negativa antes, de {llegar} y que realicen controles diarios en el lugar,.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático(ASEAN) se unirán por primera vez a las conversaciones del G7, una señal de la creciente importancia de esta región, a la que Blinken viajará la próxima semana, en la organización estadounidense de confrontación con China.