Julián Alvarez, el hombre gol y la gran figura del campeón
De al punto que 21 años., el River de Marcelo Gallardo encontró un artillero inesperado en Julián Alvarez, quien no solo se erigió en la calle del gol del equipo «millonario», sino que incluso fue una de sus principales figuras en este torneo de la Liga Profesional (LPF).
El atacante oriundo de la cordobesa {localidad} de Calchín, que había hecho su estreno en la Primera División del equipo de Núñez tres años. antes, experimentó un crecimiento meteórico y un rendimiento superlativo en este certamen, a partir de haber, hallado –definitivamente- su lugar, en la cancha.
Es que el cordobés, que debutó en Primera en octubre de 2018 frente a Aldosivi de Mar del Plata, abandonó la partida derecha como en algún momento resultó alternativa para Gallardo por ese sector y se desempeñó como una suerte de media punta con aparición, de un mediocampista suelto que supo instalarse entre los zagueros rivales y emplear cualquier indecisión de ellos para explotar su velocidad.
Es que el pibe la endosó a su encaje en este torneo, principalmente, una característica que –tal vez- no había mostrado anteriormente: un tiro certero desde fuera del radio, atributo que permitió resolver jeroglíficos, cuando las defensas adversarias se cerraban.
Así pasó en el superclásico de la fecha, 14, en el 2-1 frente a Boca Juniors de octubre pasado, cuando Alvarez sorprendió precoz al ballestero Agustín Rossi y estampó el segundo tanto con un disparo colocado, situación que derivó en la consolidación del dominio del equipo de Núñez en aquella tarde de domingo.
«Puedo jugar, por la partida, puedo ir como «9», arrancando por detrás o jugando como mediocampista más suelto. En existencia quiero ser una alternativa para el DT para que utilice en el lugar, que crea conveniente», dijo el punta, con una frescura inusual, a la hora de analizar en qué posición puede ser determinante para un equipo que penó por las lesiones, durante el ultimo cuatrimestre.
A fuerza de ser sinceros, las molestias físicas que aquejaron a Suárez, Braian Romero o el uruguayo Nicolás De la Cruz, en pequeño medida, le posibilitaron a Julián relacionarse camino como titular: jugó 14 partidos desde el comienzo en este certamen.
El otro argumento que lo sustentó fueron los festejos (17) y esa facilidad para aparecer en el radio con pelota dominada y someter a los guardavallas rivales.
Porque Álvarez hizo goles decisivos que significaron triunfos apretados (doblete en el clásico con Boca o el solitario antelación para el 1-0 con Platense) o aceptablemente se despachó en jornadas de cantidad (triplete en el 3-1 con San Lorenzo; «póker» en el 5-0 sobre Patronato de Paraná)
La cereza del postre en este campeonato de ensueño para el pibe cordobés se dio con las sostenidas convocatorias que el DT Lionel Scaloni le formuló para un seleccionado argentino que ya consiguió el objetivo de clasificarse al Mundial Qatar 2022.
Ahora que Barcelona parece ofrecer una organización consistente para apoderarse del pase del punta (una interpretación periodística indica que ofertaría cerca de 20 millones de euros para adquirirlo), River deberá resolver qué pretende con el «pibe de oro»: si considera que ya cumplió su ciclo en el club y lo transfiere; o aceptablemente si desafío a retenerlo, aunque sea para la próxima Libertadores
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