El tallista Alejandro Marmo instalará este jueves en Salerno, en el sur italiano, la escultura «Diego iluminado», con la que homenajeará a Diego Maradona en el primer aniversario de su fallecimiento a través de una obra de luces y hierros que recuerda al ex futbolista, «un soñador mucho antes, de ser un campeón», al tiempo que puesta por rememorar a «los pibes anónimos y la pasión de las periferias», como define el comediante.
La obra, una silueta de dos metros de consideración con el rostro y torso de Maradona que fue desarrollada con el patrocinio de la Embajada argentina en Italia, es parte de un horizonte de trabajo con el que se buscan engrosar los lazos y puentes culturales entre los dos países y para el que la aparición del «Diego iluminado» es solo el primer paso, porque Marmo prevé otros puentes trasatlánticos más allá de Maradona, como el proyecto. de construir la iconografía de Raffaella Carra.
El tallista nacido en Buenos Aires en 1971 es el autor de la escultura de Evita sobre la Avenida 9 de Julio y el único argentino con obras emplazadas en los Museos Vaticanos. La obra que inaugura en Salerno es un homenaje al «Pibe de Oro» y se inscribe en «los últimos 100 metros de kilómetros y millas de trabajo silencioso» que el tallista viene haciendo «desde aquel pequeño que fue al aeropuerto de Fiumicino y dejó finalmente su sueño, una obra en el aeropuerto», como evoca en secreto autobiográfica el propio Marmo premeditadamente de su obra «El Abrazo», emplazada en la Terminal 3 del Aeropuerto de la capital. italiana.
A horas de la instalación de «Diego iluminado» que se hará este jueves a las 18 locales (13 de la Argentina), Alejandro Marmo plantea que «el derivación de este proyecto.» sobre la figura de Diego Armando Maradona «tiene que ver con una ojeada sociológica de la época». Se refiere a que «el ‘Diego iluminado’ es la síntesis de una puerta o azotea a una efectividad que tenga un paisaje confortante, al ‘pibe de oro’, ese pibe incógnito. No tiene que ver tanto con lo pictórico sino con despertar el entusiasmo al sueño».
La dimensión sociológica, más allá de lo deportivo, aparece tras las consultas de Télam sobre la devoción que genera la figura del autor del mejor gol de la historia de los mundiales de fútbol en países pobres como Bangladesh o en símbolos de rebeldía a nivel integral.
«Diego será irrepetible. Lo que sucede es que esa estampita que dejó, que puede ser comparable salvando las distancias con esa estampita de Jesús que se rebelaba frente a los poderosos, tiene que ser un fondeo cultural para despertar el entusiasmo en los descartados», dice Marmo.
Entra así en decorado una de las dialécticas centrales de la obra de Marmo, la de centro-periferia, evocada en ese ida y dorso por sus obras, como las dedicadas a diversos personajes populares y emplazadas desde el corazón de la ciudad de Buenos Aires hasta barrios marginados como Villa La Cárcova.
Así, la obra que se emplazará este jueves en Salerno muestra todavía «cómo es permanente esa usina de sueños que representa la periferia, para decirlo desde un derivación antropológico», sostiene el comediante para quien «las periferias son las que transforman a la sociedad. Desde ahí emerge el ‘Diego iluminado».
Es en esas coordenadas que Marmo desarrolla la escultura maradoniana: «Esta obra apunta a estudiar esos ‘Diegos iluminados’ anónimos, a esos héroes anónimos que nunca van a ser Maradona ni tendrán su iluminación, pero sí el entusiasmo y esa estética de la lucha. Por ahí va el ‘Diego iluminado’: en despertar la lucha de quienes transitan esas realidades».
Para el comediante, en un bisagra sobre el título de la obra, «la verdadera iluminación de Maradona no tuvo que ver con el Diego consagrado, con el campeón del mundo, en el 86, o en Barcelona. Desde mi óptica tiene que ver con esa valoración que hacía de los padres; con el esfuerzo de los padres por llevarlo al potrero, de creer en que esa efectividad era una circunstancia que había que desavenir, que había que salir de la pobreza, que había que tener el código de la amistad».
«Me parece que la iluminación tiene que ver con esa época en el Diego y no en la que se estandariza como el campeón. El ‘campeón’ es mucho antes, que el campeón deportivo». Por eso, explica, «no incorporo la palabra amateur. No creo que Diego haya sido amateur alguna vez. El soñador nunca es amateur: el soñador tiene un capital. que es el poder espiritual y la verdadera transformación social arranca desde el poder espiritual, desde aquellos que tienen una determinación», refuerza el creador de obras como «Diálogo Interreligioso» y la del sacerdote Carlos Mugica emplazadas en la Avenida 9 de Julio.
Según Marmo «esa determinación generalmente viene en la penumbra, no arranca en el agradecimiento, en las luces. Lo que despierta la semilla de la iluminación es aquello que nos atormenta, que nos ensombrece, que nos oscurece, o que nos provoca a salir de esa efectividad».
E insiste: «Por eso reitero que lo ‘iluminado’ en Diego para mi tiene que ver con {algo} aludido a la consagración». Esa parábola de la luz, según Marmo, trasciende a la figura de Maradona: «Nuestra iluminación probablemente tiene poco que ver con este presente que vivimos, y más con aquello que determinamos ser en algún momento, y eso está cargado de otras cosas».
La aparición del ´Diego iluminado´ a Salerno, con la que en definitiva examen mostrar «cómo {algo} puede surgir a través de los sueños desde las periferias y las penumbras que lo llevan a la efectividad de rechazo», no será el único paso de este puente bioceánico que Marmo aspira a relanzar, con el trayecto de más de 50 trabajos ya emplazados en espacios públicos italianos.
«Esta obra será itinerante, empezará en Salerno, con trabajos en un centro deportivo, y luego seguramente vaya a Nápoles». «Diego iluminado», en definitiva, sigue la misma estética que otros murales que componen el trayecto fastidioso del autor, ese universo que reelabora el rechazo y que va camino a formar una cada vez más magnate «red social de hierro», dato central con el que trabaja.