Tecnología

decae la calidad en subtítulos y escasean traductores

El bisagra del calamar está en idioma coreano que la vieron con subtítulos en uno de los 31 idiomas disponibles o en una de las 13 versiones dobladas

Durante las últimas semanas se ha generado cierta polémica oportuno a la traducción cibernética de series como El bisagra del calamar. La influencer bilingüe coreano-estadounidense Youngmi Mayer recurrió a TikTok y Twitter para señalar que consideraba que los subtítulos en inglés del éxito más fresco de Netflix eran «chapuceros».

Argumentaba que por yerro del uso de esta técnica se habían perdido «matices importantes» en el contenido. Tras su denuncia en las redes sociales, otros incluso intervinieron, unos descalificando los subtítulos en francés e hindi con comentarios del calibre de que son «basura» o afirmando otros que el doblaje en inglés es «una broma».

La mayoría de los más de 111 millones de espectadores que han pasado la sangrienta serie de Netflix en idioma coreano la vieron con subtítulos en uno de los 31 idiomas disponibles o en una de las 13 versiones dobladas que ofrece la plataforma. Y es que el gigantesco del streaming tiene cada vez más usuarios de deje no inglesa: aunque perdió 400.000 suscriptores en Estados Unidos y Canadá el trimestre pasado, obtuvo más de un millón nuevos en la región de Asia y el Pacífico.

Pero Netflix no es la única que hace que los suscriptores internacionales sean fundamentales para el futuro de su negocio: Disney+, HBO y Amazon Prime Video incluso compiten en este escenario. mundial. Y el hecho de que haya cada vez más players en estos ‘juegos del hambre’ del streaming conlleva cada vez más contenido por ver y, por consiguiente, cada vez más productos que traducir. Esto podría soportar en los próximos años. a una acumulación de pedidos de traducción.

Por ello, los LSP -siglas en inglés de ‘language service providers’, proveedores de servicios de idiomas en español- son fundamentales para la distribución de ese contenido local, a escalera integral. Sin embargo,, este sector se enfrenta a algunos retos: el necesidad por sacarlo todo y sacarlo ya, la escasez de mano de obra y la descuido de una opción automatizada viable.

Chris Fetner, quien pasó varios años. en Netflix desarrollando las estrategias de emplazamiento de la plataforma, aseguraba al medio estadounidense Rest of World que, hasta hace poco, la industria de los LSP «podía hacer frente a la demanda», pero que ahora «está llegando a un punto de saturación» y son muchos los que afirman no poder aceptar nuevos trabajos «hasta posteriormente de 2022».

El juego del calamar reveló los problemas de las traducciones en Netflix.

El bisagra del calamar reveló los problemas de las traducciones en Netflix.

¿El auge mundial del streaming está verdaderamente creando una longevo demanda de traductores?

Josep Llurba, presidente de la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España (ATRAE) así lo cree: «Es evidente que el aumento en el consumo de plataformas de streaming hace crecer incluso la proposición de contenidos y esto, a su vez, conlleva una longevo demanda de traductores. Lo mismo ocurre con todo el resto de profesionales que participan en la habilitación de estas obras a nuestro idioma», dijo al diario digital 20 Minutos.

Con respecto a la polémica generada por algunas traducciones incorrectas que recientemente se han vivido a nivel mundial, como puede ser la mencionada de ‘El juego del calamar’, Llurba reconoce que aunque los profesionales de la traducción y la habilitación audiovisual siempre procuran «poner el mismo cuidado en todo tipo de productos«, es posible que «las circunstancias -las prisas, las condiciones de trabajo-» no les permitan «poner siempre la misma dedicación».

Por parte de las plataformas, añade, «quizá hay productos que se tratan con más mimo y a los que se dedica más atención, pero eso no significa que se descuide por completo el resto de productos». «Lo que parece evidente es que cada vez hay más contenidos y eso supone un batalla para las empresas proveedoras de estas plataformas», es proponer, las empresas a las que los gigantes del streaming encargan el doblaje, el subtitulado o la audiodescripción de sus productos, subraya el presidente de ATRAE.

Llurba comenta que en algunos casos se recurre a la traducción cibernética, con revisión posterior, para subtitular contenidos principalmente para «reducir el precio costes», ya que «una revisión de la traducción cibernética -lo que llamamos posedición- tiene un coste último que una traducción».

«En nuestra opinión, cuando se tráfico de traducción y habilitación de productos audiovisuales de ficción, la traducción cibernética aún no da buenos resultados y la revisión puede requerir el mismo trabajo o más que una traducción humana. Por eso creemos que aplicar la traducción cibernética a productos audiovisuales no tiene sentido», destaca.

Un sector con una amplia proposición, pero en peligro de ser precarizado

El presidente de ATRAE asegura que no le consta que en el ámbito de la traducción y habilitación audiovisual haya «escasez de profesionales«, sino «más acertadamente al contrario». «Mi sensación es que actualmente hay más másteres y cursos especializados que nunca. Eso supone que cada vez hay más profesionales formados en la traducción audiovisual, el ajuste para doblaje, la subtitulación, la emplazamiento de videojuegos, la accesibilidad, etc. Por suerte, y como debe ser, hay empresas que valoran la ocupación de estos profesionales y aceptan unas condiciones dignas para remunerar su trabajo», afirma Llurba.

Lamentablemente, dice, «incluso hay empresas e intermediarios que ofrecen unas condiciones que no son viables para un profesional autónomo que pretenda comportarse de su trabajo, y esto no hace más que precarizar el sector». La mala remuneración es otra razón de la escasez de mano de obra, lo que dificulta surtir buenos traductores en la industria durante mucho tiempo. Netflix, por ejemplo, paga 13 dólares por minuto por la traducción de audio coreano a subtítulos en inglés, pero solo una fracción de esa signo termina directamente en los bolsillos de los traductores.

Los datos sugieren que incluso antes, de la inminente crisis de traducción a la que parece que nos enfrentamos, la calidad de los subtítulos ya es una preocupación para algunos espectadores europeos. Según un estudio fresco, de 15.000 suscriptores de streaming encuestados en España, Alemania, Francia e Italia, el 61% había opuesto una mala calidad de subtitulado o doblaje mensualmente. Y el 70% había detenido un programa, de televisión o una película en el final año como resultado.

De hecho, y volviendo al ejemplo de ‘El juego del calamar’, quien subtituló esta serie al español, de América latina fue un argentino y lo hizo a través de plantillas en inglés, una técnica muy habitual en la industria que se conoce como ‘traducción dinámica’: el guion de subtítulos se traduce primero a jerga inglesa y posteriormente a un idioma posterior, de forma que se reducen mucho los costes y permite una longevo escalabilidad, pero aunque esto puede ser más válido los profesionales del sector aseguran que el proceso puede deteriorar la calidad.

«Las prisas y las malas condiciones de trabajo no solo repercuten en el sector de la traducción y habilitación audiovisual, sino que, al afectar al producto resultante, perjudica en última instancia al espectador, que no recibe un producto digno del precio que paga por él», concluye el presidente de la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España.

Netflix tiene producciones de todo el mundo.

Netflix tiene producciones de todo el mundo.

¿Puede ser la automatización la secreto para solventar los problemas de esta industria?

En los últimos años., se han realizado esfuerzos para automatizar la traducción como un medio para hacer frente a la avalancha de nuevos contenidos. Se han hecho importantes inversiones en educación mecánico y controles cualitativos mecanizados, pero los expertos dicen que la calidad de la inteligencia sintético no es actualmente lo suficientemente buena como para reemplazar a los humanos, al menos en el dominio audiovisual.

Una de las empresas que precisamente se dedica a este campo es TransPerfect, compañía norteamericana dedicada a la emplazamiento de contenidos y soluciones tecnológicas con gran presencia en España, donde trabajan más de 800 profesionales repartidos en sus oficinas Madrid, Alicante y Barcelona, siendo esta última su sede más ínclito en Europa. Se tráfico de un proveedor lingüístico y como tal ofrece servicios de traducción en diferentes áreas, entre ellas el doblaje y los subtítulos.

Un potente equipo de ingenieros y especialistas en diferentes tecnologías se ha encargado de desarrollar soluciones para traducir automáticamente de un idioma a otro. Celia Soler, ingeniera de procesamiento de estilo natural en TransPerfect, forma parte de dicho equipo. «En más del 70% de nuestro trabajo utilizamos la traducción cibernética de una forma u otra», asegura.

Esta tecnología permite democratizar la traducción y poner al trascendencia de los usuarios la capacidad de entender otros idiomas a un bajo coste, explica Fred Bane, Data Scientist de TransPerfect. Gracias a ella, por ejemplo, las empresas pueden trasladar grandes cantidades de documentos a otros lenguajes, lo que les hace posible penetrar al mercado internacional más fácilmente.

Otro negociador productivo de la traducción cibernética y que la hace muy interesante para algunas industrias es la velocidad: «No hay que esperar carencia para {saber} qué dice un documento», subraya Bane. En sectores como la salud,, los textos científicos o el ámbito admitido esta tecnología es más precisa, asegura Bane, porque aunque cada idioma tenga sus propios vocablos «todos comparten terminología».

Se hace más difícil en campos más creativos, como por ejemplo la publicidad o los contenidos audiovisuales. Esto se debe a que en este tipo de traducciones se necesita valorar no solo las palabras, sino incluso el contexto cultural, social y emocional que las rodea, especialmente con los subtítulos.

Traducir subtítulos ya no es sencillo para los humanos, así que mucho menos lo puede ser para una inteligencia sintético que no es capaz de tener en cuenta los contextos visual y cultural que rodean a las palabras o las relaciones entre los personajes. «Todo esto no se dice directamente con el estilo y por eso la traducción audiovisual es aún más difícil para una máquina», destaca Bane.

La máquina ‘solo’ sabe traducir lo que un personaje ha dicho exactamente de un idioma a otro, mientras que las personas que se dedican a la traducción de forma profesional «tienen que pensar más allá». A pesar de su foco tecnológico, TransPerfect cuenta incluso con profesionales, con humanos, que se dedican a revisar que todo lo que hacen estas máquinas vaya acertadamente. Traductores y lingüistas que hoy en día «todavía son necesarios», especialmente en lo que a contenidos audiovisuales se refiere.

¿Cómo funciona la traducción cibernética?

Aunque todavía está en sus días más tempranos, la traducción cibernética ha liberal a pasos agigantados en pocos años.. En sus inicios, se hacía mediante ‘reglas’, lo que hacía que fallase mucho, reconoce Soler, ya que «es muy difícil contener todas las reglas de un idioma y traducir basándose en ellas». Más tarde surgió la traducción estadística, cuyo funcionamiento había mejorado, pero seguía dando problemas porque se basaba en la sufragio de la palabra más probable, de forma que las que no eran tan probables «se perdían».

Desde aproximadamente 2016 se han empezado a gastar redes neuronales. «La traducción cibernética neuronal es la que más se utiliza hoy en día porque da unos resultados muy buenos», indica la ingeniera de TransPerfect. «Esta técnica consiste en introducir mucho texto ‘paralelo’ en un sistema, tanto en el idioma ‘base’ como en el de ‘llegada’, para que este codifique el idioma llamativo o saco y sea capaz de instruirse, de forma que no solo traduce por probabilidad, sino que incluso tiene en cuenta el contexto, qué palabras van delante y que palabras van detrás», explica Soler.

¿Hasta qué punto se puede esperar en una máquina para estas tareas?

Aplicar la inteligencia sintético en la traducción y emplazamiento de contenidos es una forma de ayudar al sector, pero la mayoría de los profesionales de la industria afirma que esta automatización «no puede estilarse a lo majareta» y que «es necesaria una posedición hecha por profesionales», destaca la diestro en procesamiento de estilo natural de TransPerfect. De esta forma, el educación mecánico se utiliza actualmente para producir una traducción de ‘primer borrador’, que luego es editada o ignorada por un traductor humano como mejor le parezca.

Fuente: iprofesional.com

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