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Sorpresa y tristeza infinita en los campeones del mundo

Argentina, el seleccionado de ensueño del que Maradona formó parte y que sería campeón del Mundo. Foto: archivo

El 25 de noviembre del 2020, en medio de la pandemia de coronavirus y todavía sin vacunas para combatirla, los campeones del mundo Sergio Batista, Héctor Enrique, Julio Olarticoechea y Oscar Garré se enteraron por la televisión de la partida de Diego Maradona y se reencontraron presencialmente en el velorio del capitán que los había conducido en dirección a la éxito deportiva.

«La verdad es que fue una tristeza enorme lo de Diego pero hay que recordarlo con amor,, el mismo que tuvo cada vez que defendió la camiseta de la Selección en la cancha. Siempre va a estar en el corazón del mundo impávido y del pueblo argentino», afirma el «Negro» Enrique en diálogo con Télam.

«No lo podía creer cuando me enteré», confiesa Garré, en la misma línea, de sus excompañeros de la «Albiceleste».

Oscar Garr el ex defensor del seleccionado argentino de ftbol y que comparti equipo con Maradona Foto archivo
Oscar Garré, el ex defensor del seleccionado argentino de fútbol y que compartió equipo con Maradona. Foto: archivo

El punto de coincidencia radica en la incredulidad de la aviso, como sucedió en la cabecera de la mayoría de los argentinos.

Ese día, escasamente pasado el mediodía, los titulares de los medios y el mundo no hablaron de otra cosa: la muerte, alcanzó a
Maradona posteriormente de tantas gambetas. El silencio en la calle fue estrepitoso hasta que los fanáticos coparon lentamente las calles, a pesar de las medidas sanitarias.

La aviso le impactó al «Vasco», que estaba entrenándose en su bici y se enteró por un llamado de su hija. Inmediatamente largó la bici y se fue a caminar dos horas por el campo porque «nunca» se dio cuenta del tiempo pensando en «cada momento vivido» con Maradona entre los entrenamientos, partidos y concentraciones.

«La primera imagen que se me cruzó por la cabecera fue cuando estuve encerrado en la colimba, llegó una carta y me sacaron de Tandil. Esa {noche} cuando me sumé a la concentración, Diego me clavó el apodo: «Llegó el pelado Curly», por mi aspecto», rememoró con una sonrisa.

Olarticoechea uno de los campeones del Mundo en Mxico 1986 Foto archivo
Olarticoechea, uno de los campeones del Mundo en México 1986. Foto: archivo

«Nosotros concentrábamos juntos y me sacó porque yo roncaba, ja», se excusó entre risas.

También se tocan las aristas cuando lo recuerdan como futbolista: «Siempre fue atinado adentro de una cancha, era su lugar, en el mundo», aseguran sin pensarlo.

Como siempre, Enrique, el «más maradoniano de todos» en palabras del mismo divo, lo recuerda con cariño y al mismo tiempo con alegría, más allá de lo «complicado» que le resultó comunicarse en el final tiempo porque desde el entorno le bloqueaban siempre el teléfono.

Al igual que su compañero, el «Negro» volvía de entrenarse y se enteró por un llamado del doctor Lentini aunque se mantuvo incrédulo: «Me llegó su llamamiento y le dije ‘no, va estar acertadamente’, prendí la televisión y estaba la aviso. No lo podía creer».

El quincho de su casa mantiene imágenes de Maradona por todos lados, ese mismo sitio fue testificador del momento que asumió en soledad: su amigo ya no estaría. Es un templo de culto al futbolista que asistió bajo el sol mexica para que deja en «el camino a tanto inglés», como rezó el relato de Víctor Hugo Morales.

Batista Tapa Giusti Garre y Olarticoechea en un homenaje a Diego Maradona Foto Archivo
Batista, Tapía, Giusti, Garre y Olarticoechea en un homenaje a Diego Maradona. Foto: Archivo

El «Negro» le agradeció «todo lo que hizo» en el velorio porque lo vio descansando «en paz» aunque no puede dejar de pensar en que podría haber, sido «desigual todo».

Por su lado,, Batista todavía no cae y calma que «se aparezca» en algún momento, al punto que mantiene el tiempo presente en cada mención de Maradona.

«Nos sale a todos los campeones del mundo. Nos van a escuchar a {hablar} en presente. Cada respuesta mía es así, todos los muchachos lo mencionamos y hasta en diferentes pasajes esperamos que responda en el grupo, de WhatsApp o se aparezca. Pensar que no lo tenés cuesta mucho», explicó.

«Un día en mi casa, cuando pasó {algo} de tiempo de su muerte,, a los meses, me largué a gemir solo. Me vio mi señora y se dio cuenta. Me duele, me da bronca y y ya pasó un año de todo esto», reconoció al borde de las lágrimas.

Además, Batista fue parte del partido homenaje del «Pelusa Eterno», en el que estuvieron diversas glorias del fútbol nacional, y muchos amigos y excompañeros.

Enrique Maradona y Messi en tiempos de la albiceleste Foto archivo
Enrique, Maradona y Messi, en tiempos de la «albiceleste». Foto: archivo

«Se debe haber, cagado de risa desde hacia lo alto. Muchos ya tenemos las piernas cansadas, estamos un poco grandes pero fue emocionante. Se lo dije a Cristian Malaspina -presidente de Argentinos- que me pareció una maravilla que se le celebre todos los años. su vida», destacó.

Batista, de 62 años., no disimuló un segundo su elegancia, como lo hizo durante los siete partidos de México ’86 y en los cuatro de Italia ’90, y se mantuvo impecable con su chomba oscura a lo {largo} de la conversación con Télam.

«Nos tocó compartir habitación en todo el Mundial de México y nunca me hizo pesar que era Maradona. Se portó siempre como uno más en el grupo, y creo que se sintió cómodo en ese rol todavía. Jamás pidió privilegios, nunca faltó a un entrenamiento y encima se iluminó. Lo acompañamos en su camino a la éxito», relató sobre la gesta en México contra Alemania (3-2) y de la mano del monitor Carlos Salvador Bilardo.

Cuando se le consultó sobre cómo vivió el llamado «Gol del Siglo» de Maradona a Inglaterra, en el que dejó un sinfín de rivales en el suelo y hasta gambeteó al portero Peter Shilton, y definió bajo el sol, Batista comentó: «Lo insulté, no podía creerlo. Encima Bilardo no nos dejaba ir a festejar el gol con los delanteros para sostener el orden defensivo y en el medio».

«Nunca tomé dimensión, en la cancha estábamos atentos a cada detalle. Para que te des una idea, Bilardo nos tiraba ‘los goles lo ven posteriormente, adentro de la cancha estén atentos a sus marcas’. No lo creía igual, no pensaba que un futbolista y en un Mundial, podía hacer eso», valoró.

Los cuatro están a distancia, en cada charla mostraron su cariño por Maradona, y todavía coincidieron, como casi siempre, en que era «dialéctico» que se vean tantas manifestaciones de amor, porque incluso «como persona fue más sobresaliente que como ludópata» siempre estando en los momentos difíciles de cada uno.

El fretro de Diego Armando Maradona la noche que nadie del plantel de 1986 quiso transitar al igual de quienes lo idolatraron y continan con ese amor Foto archivo
El féretro de Diego Armando Maradona, la {noche} que nadie del plantel de 1986 quiso transitar, al igual de quienes lo idolatraron y continúan con ese amor,. Foto: archivo

Fuente: Telam

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