Crecen de manera exponencial las aplicaciones del mundo fintech
Comerciantes, cuentapropistas y oferentes de servicios vieron la posibilidad de cobrar y retribuir a través de aplicaciones desde la comodidad de sus celulares
Cada vez más personas en todo el mundo se acercan al mundo fintech, sobre todo por fuera de los bancos tradicionales. Hay muchas aplicaciones y servicios que brindan diferente tipo de soluciones.
La Covid-19 ha evidenciado la privación de servicios financieros inclusivos que permitan una reactivación de la actividad económica en la cojín de la pirámide y la Argentina no escapa a esta tendencia.
Durante la pandemia todo el ecosistema fintech se aceleró. No hay que olvidarse, que por un flanco los servicios tradicionales con atención al público, estuvieron cerrados por semanas y por otro flanco, una vez que abrieron, las personas preferían no realizar trámites presenciales.
Hay que tener en cuenta que en países donde el nivel de inclusión financiera es bajo, la utilización de servicios bancarizados no es poco habitual, aún hay mucho por hacer en cuestiones de educación financiera. A modo de ejemplo, existen más de 1.000 millones de mujeres en todo el mundo que no tienen paso a una cuenta bancaria ni a educación financiera.
En América latina, destinar y cobrar plata es un proceso enrevesado que consume mucho tiempo, es riesgoso y muy caro. El mundo fintech llegó sin duda para quedarse y seguir creciendo.
Según el World Bank, el mercado mundial de remesas fue de u$s615 mil millones en 2017, llegó a los u$s618 en 2018 y u$s715 mil millones en 2019. De estos montos, América latina representa entre el 12% y el 14% aproximadamente.
Las aplicaciones financieras crecieron en la pandemia.
Servicios fuera de la banca tradicional
El crecimiento de la inmigración desde países en mejora asimismo impulsa estos cambios de consumo. Según las Naciones Unidas, se estima que hay 250.000 argentinos y más de 2 millones de latinoamericanos que residen en España.
Estas personas necesitan muchas veces seguir en contacto con sus familias y amigos para retribuir servicios e impuestos y es donde el mundo fintech brinda una gran oportunidad, no tan viable en el sistema bancario tradicional y facilitando el paso a servicios financieros digitales a personas no bancarizadas.
A nivel industria de remesas, la pandemia contrajo los flujos migratorios, muchas personas se vieron imposibilitados de salir de sus países y las planificaciones familiares de ir a comportarse a otro país quedaron pospuestas.
Además, las migraciones domésticas e internas asimismo se frenaron, un claro ejemplo fue que las universidades se volvieron virtuales. Según estimaciones, las remesas a nivel mundial cayeron entre un 20% y un 25%.
En la Argentina, el 50% de la población está fuera del sistema financiero y esto es lo que impulsa y hace crecer a las aplicaciones financieras y tecnologías asociadas al plata.
Nicolás Zamudio: «En América latina, destinar y cobrar plata es un proceso enrevesado que consume mucho tiempo».
Identificamos que comerciantes, cuentapropistas y oferentes de servicios, que se encontraban no bancarizados o sub-bancarizados vieron la posibilidad de cobrar y retribuir a través de aplicaciones desde la comodidad de sus celulares y por otro flanco, vimos la privación de argentinos, y personas de otras nacionalidades en el extranjero de destinar plata para la Argentina.
En líneas generales las aplicaciones y servicios financieros permiten que se dejen de hacer las transacciones en efectivo y de forma presencial. El paso a las tecnologías y las aplicaciones de acomodaticio usabilidad permiten que la masa tenga más control sobre el movimiento de su plata de manera digital sin estar bancarizados y minimizando el uso de efectivo.
(*) Cofundador y CFO de Remitee. Especialista en fintech.