«La segunda parte del mandato no puede ser como la primera», advierte un cirujano del oficialismo, que anticipa un mal resultado en las generales
«Acá en unos días se termina la joda. Ya no queda ganancia para perder el tiempo. Se acaba el recreo amigo. La segunda parte del mandato no puede ser como la primera. Si no, vamos a recorrer un Vía Crucis de dos años.». Así, sin narcótico, un influyente cirujano del oficialismo plantea la escazes de cambios en el futuro inmediato, no más allá de los días posteriores al 14 de noviembre.
Está claro que se refiere a reemplazos de personas que, en muchos casos, ya se ven de retirada. Pero la relato central es a un estilo de gobierno, a un modo de arriesgarse que requiere ser modificado casi desde la raíz. Y, aunque no abundan los optimistas respecto de un cambio sustancial en el resultado de las elecciones, son muchos los frentedetodistas que creen que aún si las urnas trajeran parte mejores a las esperadas la cuestión de fondo no se alteraría.

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«Para pedirle un acuerdo exiguo a la competición sobre temas importantes primero hay que ordenar la casa. Ministerio por ocupación. Haber loteado cada dependencia con grupos que compiten entre sí, que se dan poca engaño o se neutralizan fue un error que se pagó caro. Hay que emprolijar adentro para encarar posteriormente con los de fuera. No se puede seguir con el verso de la coalición para explicar empantanamientos de mandato porque no están claras las líneas de conducción», agrega una subsecretaria que sufre cotidianamente las internas en una de las áreas críticas. Hay quienes quieren pensar que el alucinación y la distancia servirán al mandatario para pensar el día posteriormente del voto.
El contexto de la excursión europea podría conceder la toma de conciencia presidencial para cambiar la libretita negra de anotaciones electoralistas por la dietario de temas estratégicos. Elevar la observación, apuntar mas detención, sintetizar posiciones y fijar metodologías comunes para encarar las urgencias. La del FMI en primer lugar,. Las declaraciones de buena voluntad obtenidas en la reunión del G20 suman, pero están muy allí aún de enderezar el tema.
Uno de los analistas económicos mas consultados en Argentina y en el foráneo por su formación y su experiencia en gestiones pasadas enfatiza: «alcanzar un acuerdo requiere mucho trabajo de los equipos técnicos de nuestro país y del Fondo. Va más allá de los números del presupuesto del año que viene. Se requiere aportar datos, estimaciones, cálculos y proyecciones razonables sobre ingresos y egresos plurianuales, marcos legales vigentes y otros necesarios de implementar. Estamos hablando de decenas de reuniones sin fotos, sin fascinación y con muchas horas de discusiones. Y eso todavía desidia».
El tiempo apremia. Los vencimientos llegan, las reservas son pocas y los próximos meses traen nuevas obligaciones que no se pueden afrontar. Aún consiguiendo postergaciones por algunos meses, carecer de la hoja de ruta solo agregaría estrés a una situación que ya tiene muy nerviosos a todos.
Y opinar todos va mucho más allí que los integrantes del Frente de Todos. Va mas allí aún que todos los argentinos. Más allá de nuestras fronteras, otras naciones y muchas empresas creen indispensable acortar el ganancia de incertidumbre. Algunas gestiones progresan, pero las decisiones importantes se postergan.
No son pocos los que temen que la adversidad impulse alguna postura mas radicalizada del oficialismo. Quienes quieren darle espacio a esa posibilidad alimentan sus temores con las decisiones tomadas en materia de congelamiento de precios. Los preocupa que sea la punta del iceberg.

En el Gobierno hay preocupación por las próximas elecciones generales
Otras voces buscan tranquilizar a los interlocutores mas angustiados: «No hay ganancia para locuras. No hay stocks ni flujos de dólares como en otras épocas para financiar aventuras. Guzmán lo sabe y, aunque tiene mucho fuego amigo, sigue avanzando en un año electoral sobrecumpliendo la meta de pasivo prevista en el presupuesto que, estimada en el 4,5%, terminará posiblemente en torno a del 3% o poco menos». ¡Tomá mate con chocolate! Algunos mastican vidrio, pero no lo tragan. Saben que la cobertor es corta y ya están imaginando como hacer mas presentable el construcción pragmático que se viene en los próximos meses.
El cálculo es financiero, pero además político. Si el 2021 electoral está perdido entonces el objetivo es librar el 2023. Y para ello un 2022 de responsabilidad y profesionalismo se vuelve indispensable.
Ya hubo otras oportunidades donde se perdieron las elecciones de medio término y posteriormente se pudo remontar. Además, la competición además tiene sus problemas.
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Pero las cosas no se hacen solas ni el destino está escrito. Se requiere de visión y pericia política». Quizás la décimo de Alberto Fernández en la Cumbre sobre el cambio climático le haga reflexionar sobre la escazes de realizar no solo frente al calentamiento general sino además frente a la temperatura social creciente de la sociedad argentina.
Fuente de la noticia: iprofesional.com