¡Viva la Pepa!
Allá por 1812, España se encontraba ocupada por las fuerzas de Napoleón Bonaparte, que había designado a su hermano decano José (a) Pepe Botella, como rey de España. Éste, envalentonado por deber sido rey de Nápoles por un par de años., quería más; un positivo corso de contramano el Pepe…
La resistor a esa invasión francesa se organizó febrilmente en el Consejo de Castilla, la Junta Suprema Central, y en las llamadas Cortes Generales, asambleas que contaban con representantes de todo el comarca gachupin… ¿Qué se buscaba con ellas? ¡Aprobar una Constitución!
El avance de las fuerzas francesas provocó que las Cortes se reunieran en Cádiz, hasta que el 19 de marzo de 1812 se aprobó la Constitución Política de la Monarquía Española, Primera Carta Magna del país…
Fueron 382 artículos. Estuvo vivo sólo por dos años. y casi no se aplicó en la ejercicio -aunque volvió a publicarse en tres oportunidades más-, pero se volvió significativa por su inspiración rumboso, ya que colocaba la soberanía en la Nación, y no en el rey.
Establecía una monarquía constitucional con un parlamento integrado por representantes elegidos por sufragio masculino universal… Ah caramba, ¿un sufragio universal donde el voto mujeril no entraba? Y, sí, funcionaba así… Pero asimismo es cierto que por ser promulgada el Día de San José -y todos los José son conocidos popularmente como Pepe-, la Constitución recién nacida fue bautizada rápidamente con el nombre cariñoso de Pepa…
Y claro, no iban a bramar ¡Viva la Constitución de Cádiz!, era muy prolongado… ¡Viva la Pepa! fue el quejido que brotó popularmente de aquella instancia festiva…
Hoy por hoy, todo lo que sea jolgorio, desenfado, descontrol festivo, sin límites, nos hace opinar ¡Esto es un Viva la Pepa!… Pero no olvidemos que la expresión nació por aprender ponerle límites al poder incondicional del rey…
Fuente de la noticia: Agencia Telam