Ante los múltiples desafíos, los educadores no han escatimado esfuerzos para continuar promoviendo buenas prácticas educativas en medio de la pandemia
El cambio del entorno educativo presencial al «online» fue repentino en el sector educativo. Incluso ahora, que en la mayoría de los casos se alcahuetería de un esquema híbrido, los maestros deben porfiar con la adversidad y encontrar nuevas formas de encauzar a los estudiantes en el nuevo proceso de aprendizaje. Los problemas a los que se han enfrentado han sido variados, por ejemplo, aquellos relacionados con la conexión a internet, entre otros.
Ante los múltiples desafíos, los educadores no han escatimado esfuerzos para continuar promoviendo buenas prácticas educativas en medio de la pandemia. Los desafíos de la educación a distancia e híbrida afectan a instituciones, educadores, estudiantes y familias.
La enseñanza completamente a distancia no es una tarea factible, pero unir las modalidades presencial y en cadeneta pueden ser un desafío aún longevo para sostener el proceso de aprendizaje.
Sin secuestro, con la colaboración de todos para encontrar alternativas, es posible exceder algunos de los obstáculos e incluso crear nuevas prácticas que se puedan soportar delante.
La tecnología educativa que apoya el proceso de evaluación y el ampliación del pensamiento flamante del estudiante, por ejemplo, es una ayuda tanto en la modalidad remota, como en la híbrida y en la presencial.
Mantener la motivación es una de las tareas más difíciles tanto para los estudiantes como para los educadores.
Retos con la atención
Uno de los principales retos de los maestros y profesores durante la pandemia fue permanecer la atención de los alumnos durante una clase remota. En el concurrencia hogareño, las distracciones están presentes todo el tiempo, y no todos los alumnos -ni siquiera los profesores- poseen un espacio tranquilo y pacífico para cursar y estudiar.
Por otro costado, que una parte de los estudiantes asistan a la clase de forma remota y la otra parte lo haga de forma presencial, como es el caso de la educación híbrida, igualmente trae desafíos específicos.
Mantener la motivación tanto de los que están en el cátedra como de los que están en casa es, en sorpresa, una de las tareas más difíciles tanto para los estudiantes como para los educadores.
Otro desafío de la educación a distancia es la evaluación de los estudiantes, un aspecto fundamental en el proceso de aprendizaje, y en el que la integridad académica es crucial. No se trata sólo de calificar a los estudiantes, sino que es la forma en la que el educativo puede conocer si el estudiante está absorbiendo o no los conceptos de las clases.
En el caso de los exámenes, por ejemplo, vale la pena acotar el tiempo con el que cuentan los estudiantes, lo que puede hacerse con una plataforma de evaluación. La calidad de la conexión a Internet y las computadoras de escritorio o laptops aún no son una verdad extendida.
De hecho, muchos estudiantes han transmitido seguimiento a sus clases a través de teléfonos móviles, por ejemplo, lo que ciertamente significa un duelo para la educación remota.
Miles de alumnos debieron acudir a los celulares para estudiar frente a la escasez de computadoras.
Los problemas de golpe y de conexión pueden ser difíciles de resolver, e incluso a menudo las instituciones y los maestros no están al tanto de dicho problema. Por eso, se recomienda platicar con los estudiantes y entender cuál es su longevo dificultad presente, encima de presentar alternativas como la entrega de actividades impresas, o el uso de aplicaciones de transporte para dirigir audios y videos, son soluciones para considerar.
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(*) Directora regional para América latina de Turnitin
Fuente de la noticia: iprofesional.com