Karvi apunta a un negocio de grandes cifras: en la Argentina se venden unos 1,8 millones de autos usados al año. También está presente en Brasil
Karvi es una plataforma digital que facilita la operación de automóviles mediando entre el adjudicatario y una red de concesionarias de distintas marcas, que introdujo recientemente Karvi Certificados, una categoría monopolio de vehículos usados.
Según informaron los cofundadores de esta «startup» en una conferencia de prensa, en la que participó iProfesional, a través del sello «Karvi Certificado», la empresa ofrece al comprador la seguridad de que el automóvil que eligió fue evaluado técnica, estética y mecánicamente bajo un proceso que contempla una nómina de 280 puntos. Los vehículos de este segmento cuentan con una garantía de 6 meses.
«Creemos que la certificación aporta un gran valía diferencial, ya que le da al cliente la tranquilidad de que el transporte que va a obtener fue minuciosamente evaluado por profesionales especializados, tanto en aspectos técnicos, como mecánicos y estéticos», dijo Matías Fernández Barrio, director genérico ejecutor y cofundador de Karvi, quien explicó el maniquí de negocios de la compañía contiguo a Matías Rossetto, cofundador de la firma.
Además de la propuesta de autos certificados, Karvi ofrece igualmente autos 0km y usados clasificados. La plataforma reúne y actualiza el stock de las concesionarias, ofreciendo el precio final en ruta con los gastos ya incluidos.
De este modo, el cliente puede decantarse por marca, maniquí, interpretación y comparar ofertas de vehículos disponibles con su valía final. Una vez concretada la transacción, puede cobrar el transporte en su domicilio si así lo desea.
Karvi fue creada en 2017. Hoy cuenta con una red de más de 150 concesionarias en la Argentina y más de 1.000 en Brasil. Ofrece a los concesionarios una plataforma de punta a punta que incluye desde una sesión profesional de fotografías hasta un sistema único de control de vehículos (certificación), con sello propio, y garantía de seis meses.
La empresa no cobra servicio al comprador sino al tendero, por un monto fijo de $30.000 por transporte, que se ve compensado por la valorización de los automóviles, producto de la certificación y la garantía, así como por los distintos servicios que mejoran el desempeño de las ventas y la experiencia de adjudicatario. La aplicación cuenta con un bot de concurso y publicaciones de imágenes profesionales que aportan al posicionamiento de los vehículos ofrecidos.
Karvi nació en 2017 y crece robusto en Brasil.
El negocio de la financiación
Los cofundadores informaron que sumarán otros servicios, como la financiación para la operación de vehículos, una experiencia que en América latina es muy pequeña: menos del 5% de los automóviles usados se venden mediante financiación, lo cual contrasta con el 60% de EE.UU.
Los compradores no cuentan con los avales que solicita la banca tradicional, una carencia en dirección a la cual Karvi planea compensar mediante un sistema propio, en alianza con entidades bancarias y «fintech».
Fernández Barrio y Rossetto se conocieron mientras estudiaban en la escuela de negocios Wharton, en los Estados Unidos, donde surgió la idea de emprender juntos, luego de iniciar carreras corporativas para saldar sus deudas universitarias.
Karvi apunta a un negocio de grandes cifras: en la Argentina se venden unos 1,8 millones de autos usados al año. «Hay un hornacina que no está explotado en la Argentina, que es el de los usados certificados y que, tomando en cuenta lo que pasa en otros países, puede representar un 10% del mercado», dijo Fernández Barrio.
Para los compradores, una certificación «implica la tranquilidad de enterarse lo que está adquiriendo y la tasa de conversión de los clientes es cinco veces más ingreso cuando tienen certificado. En los Estados Unidos, en promedio, estos vehículos se venden a un precio que es 5% maduro que el de los modelos sin certificar», afirmó.
De izquierda a derecha: Matías Rossatto y Matías Fernández Barrio.
Karvi recaudó u$s14 millones en rondas de inversión y se prepara para despabilarse más fondos en el mercado, con el objetivo de avanzar en nuevos territorios. «Hoy estamos en Sao Paulo y queremos avanzar sobre nuevas ciudades de Brasil«, dijo Fernández Barrio.
En el caso de la Argentina, señaló que por causa de la pandemia del coronavirus, el cliente que antaño compraba un utilitario nuevo, como no hay stock, se vuelca al usado. Hay vehículos de ese segmento que valen casi lo mismo que un 0km.
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«Va a atrasarse unos doce meses en normalizarse el descalabro de la propuesta y la demanda. Van a seguir faltando modelos y eso impactará en los precios», agregó Fernández Barrio, quien señaló que estos cambios son mejor encarados por el segmento de los usados que de los nuevos.
Fuente de la noticia: iprofesional.com