Este miércoles será explicado por funcionarios de la Ciudad en el situación de una reunión conjunta de las comisiones de Planeamiento Urbano y Presupuesto.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires firmó un convenio con una constructora para levantar una torre de 20 pisos en un predio de un Ámbito de Protección Histórica (APH) en el microcentro porteño, que linda con el monasterio y la iglesia de Santa Catalina, entreambos fundados en 1745, donde rige una medida legislativo que impide este tipo de obras por el aventura que representa al patrimonio arqueológico.
El acuerdo urbanístico corto entre la distribución porteña y la empresa Nehuente SRL fue presentado el lunes en la Legislatura porteña y este miércoles desde las 16 será explicado por funcionarios de la Ciudad en el situación de una reunión conjunta de las comisiones de Planeamiento Urbano y Presupuesto.
El convenio contempla a la manzana que integra el Ámbito de Protección Histórica denominada Catedral al Norte, y está delimitada por la avenida Córdoba y las calles Viamonte, San Martín y Reconquista.
Allí, se encuentran la iglesia y el monasterio que datan de la época colonial, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano y jesuita Giovanni Andrea Blanqui, y los que fueron declarados como Monumento Histórico Nacional en 1942.
La iniciativa plantea que en la otra porción de la manzana, sobre un circunscripción que hoy es ocupado por un estacionamiento privado y es propiedad de Nehuente, se permita en un sector una construcción de cumbre sobre la avenida Córdoba que podría alcanzar los 20 pisos.
Por otra parte, propone que la porción restante, que da a la calle Viamonte, se transforme en un espacio conocido verde de llegada irrestricto en lo que sería la contraprestación que ofrece el privado al Gobierno porteño por habilitar la edificación.
«Se propone modificar la reglamento urbanística actual en la mencionada parcela, consolidando una tipología de perímetro franco sobre Avenida Córdoba, con la cumbre del edificio lindante existente», sostiene el expediente.
Y agrega que además «se persigue fomentar el aumento de espacio conocido mediante la promoción de áreas de circulación peatonal y la vinculación de los espacios urbanos».
La obra proyectada no es nueva, sino que en 2011 existió ya un acuerdo con el Gobierno porteño para avanzar en la construcción de la torre con oficinas comerciales, un hotel de cinco estrellas, viviendas, locales y tres subsuelos para estacionamiento.
Ello encendió por entonces la rebato de las organizaciones en defensa del patrimonio, entre ellas Basta de Demoler, que rechazaron el plan cedido que sería al lado de una de las construcciones más antiguas existentes en la Ciudad, como lo son la iglesia y el monasterio.
Fue así que recurrieron a la Justicia porteña para denunciar que ese circunscripción es considerado «un prodigioso placer arqueológico», por lo cual que presentaron un memorial de amparo que tuvo una respuesta conveniente, pero que, como ocurre asiduamente, fue apelada por el Gobierno porteño que argumentó que el freno era inconstitucional.
En el empleo se encuentran la iglesia y el monasterio que datan de la época colonial, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano y jesuita Giovanni Andrea Blanqui, y los que fueron declarados como Monumento Histórico Nacional en 1942”
El proceso legislativo se extendió hasta el 2016 y llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, que ese año confirmó el amparo y se refirió, en su sentencia, a «una desmesura en el celo por los intereses privados y en la postergación del interés en la preservación del patrimonio histórico».
Desde Basta de Demoler indicaron a Télam que el acuerdo entre el Gobierno porteño y el privado «es ilegal» porque «vulnera las sentencias de los Juzgados Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad y el Tribunal Superior de Justicia» y anticiparon que elevarán una denuncia penal a «los diputados firmantes de este convenio urbanístico».
El convenio contempla a la manzana que integra el Ámbito de Protección Histórica denominada Catedral al Norte, y está delimitada por la avenida Córdoba y las calles Viamonte, San Martín y Reconquista.
La asociación presentó en la Legislatura, en julio pasado, un proyecto para que el estacionamiento coetáneo, que vio mermada su actividad frente a la descenso de movimiento en la zona por la pandemia, se convierta en una plaza en su totalidad.
«Una plaza es necesaria para la refuncionalización del centro porteño luego de la pandemia ya que disminuiría el sorpresa ´isla de calor´ en el contexto de la lucha contra el calentamiento mundial y las epidemias urbanas. Y pondría fin a la especulación inmobiliaria sobre el trozo y mejoraría las condiciones de conservación y apreciación del patrimonio interiormente del casco histórico», destacaron.
Fuente de la noticia: Agencia Telam