Si vas a invertir en criptomonedas, conocé antes los riesgos a los que te podés enfrentar
Las criptomonedas han otorgado un rendimiento muy interesante en los últimos años, pero también tienen riesgos que se deben conocer antes de comprarlas
Las inversiones con rendimientos muy tentadores seducen a muchos ahorristas, pero en la City suele decirse que cuando un activo ofrece una ganancia extraordinaria en muy poco tiempo, también puede derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos. Además presentan amplias desventajas frente a los instrumentos conservadores.
Esto sucede en la actualidad con las criptomonedas, la alternativa que muchos eligen para intentar obtener «dinero rápido«, con incrementos en las cotizaciones que han llegado a alcanzar hasta 6.500% en el primer semestre del año, como fue el caso de Polygon.
Incluso, una de las monedas virtuales con mayor circulación, Ethereum (ETH), que es una plataforma digital que adopta la tecnología de cadena de bloques (blockchain) de forma abierta, pública y descentralizada, escala de precio más de 200% en lo que transcurrió del 2021.
De hecho, el año pasado, en plena pandemia, el Bitcoin acumuló un alza del 800% interanual, en comparación con 2019. Y en los siete meses del corriente período avanza 35%, un nivel que supera por varios puntos a la inflación.
Más allá de estas ganancias muy fascinantes que otorgan en tan pocos meses, diversos analistas advierten la volatilidad y peligros de estas herramientas de inversión.
Uno de ellos, José María Softa, CEO de Konnectia, proveniente del sector de real estate, mencionó determinados «riesgos» que evaluó sobre las criptomonedas como inversión.
En principio, se destaca que estas monedas digitales funcionan de forma autónoma y «difieren significativamente» de las monedas tradicionales.
«Son valores especulativos que tomaron mayor protagonismo en el último tiempo, transformándose en una alternativa para un potencial inversor», dice Softa.
Y agrega: «Muchos especialistas del mundo económico y financiero alertan sobre una ´burbuja´ especulativa, ante el furor de las criptomonedas«.
Según su justificación, es «definitivamente, un activo muy arriesgado», por lo que el presente y futuro de esta inversión están focalizadas en su «alta volatilidad, su falta de regulación y transparencia«.
A ello, según Softa, se le suma la vulnerabilidad inherente a su «naturaleza digital», como alertó tiempo atrás el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV) sobre los riesgos e implicancias de los criptoactivos.
Las críticas generalizadas a este instrumento no sólo son locales, cabe recordar que fueron catalogadas como una «desafortunada moda pasajera», por el vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Randal Quarles.
Además, se sumaron otros cuestionamientos de algunos ganadores de premios Nobel de Economía, como Paul Krugman, Robert Merton y Joseph Stiglitz.
En este sentido, Softa detalla un listado de puntos riesgosos sobre las criptomonedas.
El ahorro en criptomonedas seduce a varios inversores, pero se deben considerar los riesgos que presentan.
1. Volatilidad
Entre los riesgos más grandes de invertir en criptomonedas se destaca su amplia volatilidad, ya que sus cotizaciones varían de forma abrupta en periodos muy cortos.
«Esto supone un riesgo mayor al usual en las inversiones, donde las pérdidas pueden ser enormes, a veces incluso, totales», advierte Softa.
Por ello, este analista recuerda que, en diciembre del 2017, el bitcoin se vendió brevemente por u$s25.000, y al poco tiempo el precio cayó más del 30%, y continuó en declive hasta cotizar por menos de u$s5.000 a principios del 2019.
«Actualmente, bitcoin continúa experimentando frecuentes turbulencias. En junio pasado, al poco tiempo de haber cotizado casi u$s65.000 (abril 2021), cayó más de 2% en el día por un cruce bajista», ejemplifica Softa.
Incluso, recuerda que un mes antes, el último mayo, el bitcoin perdió un 35% en su peor mes desde 2018, y luego cayó por debajo de los u$s30.000 dólares por primera vez desde enero.
Lo mismo sucedió con el Litecoin, que valía más de u$s300 a finales del 2017, cayó a u$s30 en enero del 2019, y actualmente está en unos u$s135. Otro caso es el de Dogecoin, que perdió un 30% en el último mes.
«Por este motivo, las criptomonedas son altamente especulativas. Según JP Morgan, muchos grandes inversores abandonaron ese mercado, y se pasaron al oro», sostiene Softa.
2. Vulnerabilidad
Además de su volatilidad, al no existir regulaciones que gobiernen el mercado de la criptomoneda, los intercambios de este dinero digital son vulnerables a ser hackeados y/o ser objetivos de otras actividades delictivas.
«Warren Buffet, uno de los más grandes inversores de todos los tiempos, ha opinado que las criptomonedas van a implosionar, por la falta de regulaciones y de control, al no estar bajo la supervisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ni de ningún otro banco central soberano», alerta Softa.
Y agrega: «Hay varios casos de hackeo a los inversores, entre ellos el de AfriCrypt, en el cual dos hermanos de 17 y 20 años se fugaron con aproximadamente u$s3.600 millones en Bitcoin».
Otro fraude que cita el experto es el que sucedió hace pocos meses, cuando cerró una plataforma turca de Bitcoin, previo retiro masivo de fondos. Y el dueño huyó con u$s2.000 millones, y dejó a 390.000 usuarios sin posibilidad de recuperar sus activos.
En Brasil también se conoció otra situación de fraude cuando el CEO de Atlas Quantum se fugó con casi u$s500 millones en Bitcoin, pertenecientes a unos 200.000 inversores en 50 países.
«Otro punto a considerar, y que puede influir en futuras prohibiciones o cambios en sus condiciones de uso e intercambio, es que por su fácil acceso, su alcance global y la limitada capacidad que existe para su monitoreo y análisis, las criptomonedas pasaron a ser el activo elegido por agrupaciones terroristas a nivel mundial y otras graves actividades ilícitas, apoyadas en su anonimato y falta de nominatividad», resume Softa.
Según fuentes de Interpol, los terroristas recaudan más de u$s1.000 millones al año en criptomonedas.
Las monedas digitales se manejan bajo reglas diferentes respecto a las monedas tradicionales, como por ejemplo no estar reguladas.
3. No tienen regulación
Un punto más que se suma a la inseguridad que generan las criptomonedas, es que no son emitidas, ni respaldadas, por un banco central alguno, ni gobierno.
«No cumplen con las condiciones requeridas para que se los considere dinero de curso legal. Esto genera una incertidumbre sobre si este tipo de monedas serán adoptadas masivamente, lo que actualmente no sucede, ya que se pueden hacer pocos pagos mediante este método», reflexiona Softa.
Y recuerda que el gobernador del Banco de la Reserva de Australia, Philip Lowe, mencionó tiempo atrás que «la fascinación actual por estas monedas se siente más como una manía especulativa, que como una forma eficiente y conveniente de pago electrónico».
5. Impacto climático negativo
Finalmente, el dinero digital también ha generado ciertos cuestionamientos en los últimos meses por la enorme cantidad de electricidad utilizada para minar las monedas, y el consecuente impacto ambiental que genera.
De hecho, en mayo pasado, el fundador de Tesla, Elon Musk, publicó un Twitter que generó que el precio del bitcoin se desplomara más de 10%, cuando anunció que dejaba de aceptar este método de pago para sus vehículos eléctricos por su daño ambiental.
«Estamos preocupados por el rápido incremento en el uso de energía fósil para el minado y las transacciones de bitcoin, especialmente el carbón», posteó el empresario.
Semanas después la compañía revisó este tema, pero en ese momento el impacto del anuncio golpeó al mercado y a su precio.
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«Se estima que el proceso de minería del Bitcoin consumirá pronto más electricidad anual que la que se utiliza para alimentar, por ejemplo, a toda Australia. Esto genera preocupaciones en los defensores del medio ambiente que trabajan para reducir el impacto climático en todo el mundo», finaliza Softa.-
Fuente de la noticia: iprofesional.com