Murió el escritor polaco Adam Zagajewski, el "poeta del 11 de septiembre"
Fue uno de los autores contemporáneos más famosos de Polonia y también en Estados Unidos donde fue conocido como el "poeta del 11 de septiembre" por un texto a propósito de los atentados.
El poeta polaco Adam Zagajewski, unas de las voces más representativas del género en su país, donde fu uno de los autores contemporáneos más famosos así como también en Estados Unidos donde fue conocido como el "poeta del 11 de septiembre" por un texto a propósito de los atentados, murió el último domingo a los 75 años.
Poeta, novelista, ensayista y traductor, Zagajewski nació en 1945 en Lviv, en la actual Ucrania. Fue integrante destacado del movimiento literario de la Nueva Ola polaca, inspirado por la represión de una oleada de manifestaciones estudiantiles en Polonia en marzo de 1968.
En 1982 se exilió a París y más tarde a Estado Unidos. Si bien viajaba con frecuencia por su trabajo en la Universidad de Chicago, el poeta se instaló en el año 2002 de nuevo en Polonia, específicamente en Cracovia, donde finalmente murió, según informó la agencia de noticias AFP.
Se ganó el apodo de "poeta del 11 de septiembre" cuando la revista The New Yorker eligió uno de sus poemas –"Try to Praise the Mutilated World"- para la última página de su especial sobre los atentados contra Estados Unidos en 2001.
Algunos de sus títulos traducidos al español por la editorial Acantilado son los poemarios "Tierra del fuego", "Deseo", "Antenas", "Mano invisible" y "Asimetría" (2017); los ensayos "Dos ciudades", "En defensa del fervor", "Solidaridad y soledad" y "Releer a Rilke". En 2019, el mismo sello publicó una peculiar autobiografía titulada "Una leve exageración".
Por su vasta obra el escritor polaco recibió numerosas distinciones, como el Premio Princesa de Asturias de las Letras de España, el Premio Nacional de Literatura de Neustadt, el Premio de la Libertad y una beca de la Fundación Guggenheim.
Try to Praise the Mutilated World
Try to praise the mutilated world.
Remember June's long days,
and wild strawberries, drops of rosé wine.
The nettles that methodically overgrow
the abandoned homesteads of exiles.
You must praise the mutilated world.
You watched the stylish yachts and ships;
one of them had a long trip ahead of it,
while salty oblivion awaited others.
You've seen the refugees going nowhere,
you've heard the executioners sing joyfully.
You should praise the mutilated world.
Remember the moments when we were together
in a white room and the curtain fluttered.
Return in thought to the concert where music flared.
You gathered acorns in the park in autumn
and leaves eddied over the earth's scars.
Praise the mutilated world
and the gray feather a thrush lost,
and the gentle light that strays and vanishes
and returns.Fuente de la noticia (Telam)