Edgardo Esteban: "Había necesidad de liberar de la violencia al niño que estaba dentro de mí"
"Tres golpes en la ventana" (Grupo Editorial Sur) es un libro que refleja el mundo violento de la familia, la sociedad y la política argentina de los años 70.
Por Carlos Daniel Aletto
Esteban actualmente es director del Museo Malvinas.
En la novela "Tres golpes en la ventana", el escritor y periodista Edgardo Esteban, excombatiente y director del Museo Malvinas, narra el crimen político de su padre, el militante peronista Joaquín Esteban, asesinado frente a sus hijos y a su esposa quien perdió un embarazo por esa vivencia que marcó una bisagra, no solo en la vida de su familia, sino también en toda la sociedad argentina y del que se cumplen 50 años el próximo año.
Joaquín, hijo de Miguel, un anarquista español, milita en la resistencia peronista de Morón soñando con el regreso del líder. Acusado de realizar una volanteada difamatoria en 1972, los Gordos de Morón deciden ingresar en su casa y delante de su familia ejecutarlo con un disparo en el abdomen. Su mujer Rubí Leguizamón está embarazada de su cuarto hijo.
Durante el episodio, Lalo, el primogénito, está en la casa de los abuelos: tiene nueve años, y escucha por primera vez en la ventana los tres golpes, que muchos años después sentado en un bar volverá a escuchar, cuando ya es un hombre. En unas palabras reveladoras escritas por el periodista Luis Bruschtein podemos confirmar sospechas: Lalo es el autor del libro, el reconocido veterano de Malvinas Edgardo Joaquín Esteban y los hechos ficcionalizados son reales.La tapa de la novela "Tres golpes en la ventana"."Tres golpes en la ventana" (Grupo Editorial Sur) es un libro que refleja el mundo violento de la familia, la sociedad y la política argentina de los años 70. Esteban, nacido en Haedo, partido de Morón en 1962, es autor de "Iluminados por el fuego", historia llevada al cine con repercusión internacional por el director Tristán Bauer. Actualmente es director del Museo Malvinas.
-Télam: ¿Cuál fue la necesidad de esperar tanto tiempo entre los sucesos ocurridos en el gobierno de Lanusse y la escritura de esta novela familiar?
-Edgardo Esteban: Durante muchos años sentí que la experiencia de haber estado en Malvinas eclipsó todo. Fue el centro de mi vida. Escribir "Iluminados por el fuego" me llevó ocho años de escritura para poder exorcizar esos fantasmas, cerrar esas heridas. Hace algunos años atrás empecé a sacar ladrillos de mi pasado, había un muro que escondía otra historia que necesitaba contar. Dar a luz todo lo que fue ese tiempo tan desconocido para muchos desde lo político: el gobierno de Lanusse, el peronismo de la resistencia, lo que significó el tiempo entre el Cordobazo hasta el retorno de Perón.
Toda esa situación de violencia que se fue engendrado en lo político se vivía en lo cotidiano. Por eso la mirada de Lalo, el protagonista de nueve años, en un mundo de intimidad violenta, que vivió la tragedia familiar, pero que también era parte de esa Argentina que luego con la llegada de Perón marcó un camino de esperanza y con su muerte inmediata la incertidumbre del gobierno de Isabel y la dictadura cívico-militar.
T.: ¿Cómo se articula "Iluminados por el fuego" con esta historia de violencia política entre facciones peronistas?
E. E.: Hay una escalera que subí de rodillas cuando volví de Malvinas, en la que había una imagen de la Virgen de Luján, fue la misma escalera que bajaba mi padre, Joaquín, con su herida sabiendo que era muy difícil que retornara a esa casa. Esa escalera que marcó el mundo de mi infancia y mi adolescencia es un espacio que está muy presente en mi historia íntima y que es el punto de encuentro entre "Iluminados por el fuego" y "Tres golpes en la ventana". Es esa escalera -central en el relato- la que representa el descenso a la tragedia y el posterior regreso de la tragedia.
T.: ¿Cómo trabajaste la reconstrucción detallada del incidente, la hospitalización y el velorio de Joaquín, el padre de Lalo, tu padre?
E. E.: En 1996 había grabado a la mamá de mi papá que tenía cerca de 90 años. Tuvimos una larga charla de seis horas. También lo hice con mi madre, con los hermanos de mi padre (la hermana de mi papá me ayudó hasta casi el final), con sus amigos y fui reconstruyendo también, a pesar de que mis hermanos eran muy chicos, a partir del testimonio del personaje Floreal que tenía siete años y el de Evita, de cuatro. Visité a algunos dirigentes políticos de aquellos tiempos. Fui a Morón a dialogar para reconstruir ese momento de tensión, para averiguar por qué había pasado esa situación de tanta violencia y esa tragedia. No fue fácil: recordar ese momento fue un rompecabezas.
T: Los personajes a pesar de ser integrantes de tu familia en ningún momento están idealizados ¿cómo lograste la humanización de ellos, el equilibrio?
E. E.: Fue una propuesta que me hice al pensar la escritura del libro: no idealizar ni estigmatizar, sino humanizar a los personajes. Lalo está lleno de contradicciones, de rebeldía y ternura. También trabajé esas contradicciones que tenía Joaquín, esa violencia, su mundo de ideales y la situación que hoy se puede reflejar en un debate muy presente: el tema de la violencia de género. A pesar de que no pasó tanto tiempo el rol de las mujeres era distinto, por eso trato de rescatar a Rubí de ese mundo tan machista que se ocultaba por "el qué dirán", un mundo lleno de hipocresía.
T.: Incluso, narrás el sometimiento que sufrió Rubí en su noche de bodas ¿cómo trabajaste la primera persona de ella narrando la violación de su esposo, tu padre?
E. E.: Rubí aparece primero en tercera persona, pero sentí darle la voz a ella para que hiciera su búsqueda. Conseguí la voz de Rubí charlando muy largamente cuando la grabé y se atrevió a contar muchas cosas de su vida. Esa noche de bodas la narró de forma maravillosa y sentí que había que transcribir, rescatar y armar esa mirada, porque si la pasaba a tercera se perdía la frescura, la inocencia, la ingenuidad de ese momento tan especial. No saber qué hacer esa noche, era algo que nadie le enseñó. Fue un gran desafío para mí lograr en el libro el clima que Rubí me había reflejado de esa larga, inmensa, infinita y solitaria noche de bodas con sus momentos de contradicciones y miedos.
T.: ¿El infierno del niño son los adultos?
E. E.: La violencia cotidiana en torno al niño era parte de una rutina a la que Lalo no se terminaba de acostumbrar porque había una rebeldía intensa, profunda. Ante cada situación de violencia él generaba más rebeldía y eso se ve reflejado en ese vínculo con su padre, con sus abuelos, con sus tías y ese desafío a no resignarse a ese mundo que les querían imponer. Lalo vive desafiando a los adultos con travesuras, pero su infierno es su infinita soledad que lo rodea, a pesar de tener una familia.
T.: El abuelo Miguel vive el anarquismo, su padre el peronismo, ¿Lalo vive otra violencia política?
E. E.: El libro narra además la generación del abuelo Miguel, en su etapa de anarquista que llega con la ilusión de poder vivir en Argentina después de huir de la persecución en España por sus convicciones ideológicas y encuentra esperanza en una mina de San Luis y se va a vivir a San Francisco del Monte de Oro. El abuelo Miguel fue como el símbolo de toda esa rebeldía de leyenda, de anécdotas familiares.
T: ¿Pero hay un enfrentamiento entre la familia paterna y la materna?
E.E.: Existe el contraste de las dos familias porque eran como los Capuletos y los Montescos. Eran disputas familiares de medio pelo, de una clase baja que quería ser más porque tenía un Siam Di Tella, porque la abuela podía salir con un tapado a pasear. Por eso hacían alarde.
T.: ¿Cuál es la herencia de Lalo, el protagonista?
E. E.: Había necesidad de liberar de la violencia al niño que estaba dentro de mí. Lalo fue un niño que pude transitar poco, porque todo fue muy rápido. Me quise escapar de mi casa cuando mi mamá , o Rubí en la novela, se volvió a casar. Yo me fui por rebeldía de pobre cuando podría haberme salvado del servicio militar obligatorio por pie plano, porque tengo una obstrucción en el ventrículo izquierdo, porque era hijo mayor de madre viuda. El 4 de abril me iba de baja, ya tenía la libreta firmada y quise ir a Malvinas porque me parecía una aventura.
A ese nene no lo pude encontrar. Fue un desafío trabajar ese personaje porque me parecía que era una asignatura pendiente. Siempre escribí en torno a Malvinas pero tenia la necesidad de escribir este libro porque después de cincuenta años la imagen de Joaquín, mi padre, y aquel entorno, mi familia, perduran en mi corazón. A través del arte quizá se puedan curar esas heridas. Este libro es una parte sanada de mi vida.
"Hay que transmitir este amor profundo por Malvinas a las nuevas generaciones"
Edgardo Esteban, autor de "Tres golpes en la ventana", está a cargo de la dirección del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, en el cual se narran los 500 años de historia, desde el primer avistaje de las Islas Malvinas hasta este presente, "para seguir construyendo la pertenencia, la identidad y el amor profundo que tenemos por nuestras islas, en un contexto complejo pero siempre mirando hacia el futuro, apostando por la paz", señaló el periodista y escritor.
A propósito del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, del cual se conmemoran 39 años el 2 de abril cuando la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833, Esteban reiteró la importancia de "recuperar a través del diálogo nuestras Islas Malvinas" y adelantó que desde el museo ubicado en Espacio de Memoria y Derechos Humanos prevén realizar un acto, un concierto musical y en víspera de la fecha retomarán las visitadas guiadas luego de las restricciones por la emergencia sanitaria.
Télam: ¿Cuáles son las actividades que se vienen realizando en el Museo?
Edgardo Esteban: El Museo Malvinas es el más bonito de la Argentina. Un museo muy visual que narra los 500 años de historia con relación a las Islas Malvinas. Trata de explicar este sentimiento y esta transversalidad tienen la causa Malvinas. A pesar de diferencias es algo de nuestra identidad que amamos. Es un lugar donde se cruza por un lado lo político, lo geopolítico, lo económico, el significado de la soberanía frente a esa base militar que tiene Reino Unido en nuestras islas para el control del Atlántico y el Pacífico, de los pasajes bioceánico, que también permite la pesca del calamar. Es impresionante la cantidad de dinero que se llevan y cómo depredan nuestras pertenencias entre riquezas en nuestro territorio.
El Reino Unido tiene 240.000 kilómetros cuadrados y ellos dicen que es parte del territorio de la corona británica los 2.200.000 kilómetros del territorio argentino marítimo. Hay un objetivo que tienen muy claro que es la Antártida, lo que será la discusión del pacto antártico. Y desde esa perspectiva marcar la identidad, reflejar y contar la historia de Malvinas está logrado en este museo en tres niveles que tiene una pantalla 360 grados, en la que se cuenta en 13 minutos la reconstrucción del relato de nuestras islas y de nuestras pertenencias, nuestros reclamos, la flora, la fauna, la geografía, pero fundamentalmente todo este reclamo de soberanía.
T: ¿Se vieron limitadas las actividades del Museo por la pandemia?
E. E.: Durante la pandemia estuvimos trabajando junto a Educ.ar Sociedad del Estado: se instalaron 488 impresoras 3D con las que se hicieron 55.000 máscaras que se distribuyeron gratuitamente a los centros de jubilados, hospitales, personal de seguridad, trabajadores del Estado.
Además seguimos poniendo en valor el museo que está funcionando a pleno. Hemos reconstruido la línea de tiempo. En la sala prólogo hemos inaugurado, con la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) y con la Secretaría de Malvinas de la Cancillería Argentina, el mapa de la plataforma continental. Estamos por inaugurar el 2 de abril el mapa bicontinental y estamos trabajando en los 70 años del Instituto Antártico.
Aprovechamos también para el mantenimiento de la infraestructura. Hoy el museo tiene las cuatro banderas más grandes que tiene la ciudad de Buenos Aires junto con la de Plaza de Mayo.
T.: ¿Y qué actividades realizarán por el 2 de abril?
E.E.: Haremos un acto por la tarde luego de las actividades que se hagan en Río Grande con la vigilia y en Ushuaia con el acto central. Tendremos un acto artístico con Bruno Arias y seguramente algún referente de la música para los jóvenes, porque tenemos que transmitir este amor profundo por Malvinas a las nuevas generaciones. Ese día vamos a inaugurar el mapa bicontinental y un mural que fue donado por la AMIA sobre el hundimiento del Crucero Belgrano que es una obra de arte que realmente impacta. El año que viene se cumplen cuarenta años del conflicto bélico y será un encuentro que tenemos que trabajar.Fuente de la noticia (Telam)