01/03/2021 Vela
Santiago Lange: "El viento me formó como persona"
Lange es triple medallista olímpico y obtuvo el oro en sociedad con la rosarina Cecilia Carranza Saroli en Río de Janeiro 2016, nueve meses después de ser operado por un tumor de pulmón.
Por Fernando Bianculli
Camino a su séptimo Juego Olímpico y con toda su vida invertida en la náutica, el regatista Santiago Lange afirma que el viento moldeó su personalidad por enseñarle a "aceptar cosas que no quería" y que hoy, a sus 59 años tras vencer al cáncer, siente "más ganas que nunca" de competir en el alto rendimiento.
"El viento es mi fascinación, me hizo pasar las peores adversidades y los momentos más lindos. Me formó como persona. Soy quien soy gracias al viento y al mar", asegura el arquitecto naval, que este lunes se estrena en el mundo editorial con su biografía "Viento: la travesía de mi vida".
Lange es triple medallista olímpico: obtuvo el bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008 junto con el correntino Carlos Espínola en la clase Tornado; y el oro en sociedad con la rosarina Cecilia Carranza Saroli (clase Nacra 17) en Río de Janeiro 2016, nueve meses después de ser operado por un tumor de pulmón.
"Me voy a retirar cuando no disfrute lo que hago, pero hoy me sorprendo a mí mismo, diría que tengo más ganas que antes", avisa en una entrevista con Télam.
La tapa del libro de Santiago Lange.
– Télam: ¿Cómo nace la idea del libro?
– Lange: Fue un ofrecimiento de Red Bull, que es mi compañero de viaje desde 2000. Después de los Juegos de Río tuve varios ofrecimientos y ninguno me convenció pero con Red Bull me dejé llevar por la frase 'tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol'. Ahí empezaron los problemas, ja.
– T: ¿Por qué?
– L: Porque fue un proceso que el principio me costó un montón. Desde el inicio que Red Bull había puesto una escritora alemana y me parecía que no era lo mejor. Quería que el libro fuera argentino porque todo lo que viví fue acá, entonces me dijeron: 'bueno, buscate un escritor' y empecé a hacer agua por todos lados. Pero terminó siendo una experiencia súper bonita, gratificante y emocionante.
– T: ¿Qué aporta este libro?
– L: Me cuesta juzgar eso porque no me gusta hablar de cosas hechas por mí, quedará en cada lector encontrar lo que puede dar. En lo personal traté de que el libro sea muy sincero, honesto y que hable cosas referidas a lo que dice el subtítulo: La travesía de mi vida.
– T: A propósito del título, ¿cómo definiría su relación con el viento?
– L: El viento es mi fascinación. Fue el que me empujó durante mucho tiempo, el que me hizo pasar las peores adversidades y los momentos más lindos. Fue el que me formó como persona porque me enseñó a aceptar cosas que quizás no quería.
Soy quien soy gracias al mar y al viento. Están los dos muy ligados a mi personalidad.
– T: El viento muchas veces se utiliza como sinónimo de adversidad. ¿Esa es una idea muy presente a lo largo de su vida y su carrera?
– L: No lo tomo como adversidad, de hecho el subtitulo del libro iba a ser "A favor y en contra". Muchas veces el viento te empuja y a mí me empujó muchas más veces de las que me tiró para atrás. El viento es difícil de leer, es un arte leerlo pero por otro lado la ciencia de la meteorología se ha desarrollado enormemente y hoy tenemos muchísimo más entendimiento sobre él.
– T: ¿La náutica lo ha vuelto un personaje solitario?
– L: En un punto sí, porque es un deporte solitario. Nosotros estamos todo el día solos en el río y no tenemos tribuna. Si bien estás con tu equipo, con tu compañero o compañera, la realidad es que nosotros navegamos todo el día solos en el río mientras en Buenos Aires hay 8 millones de personas.
– T: ¿Le haría algún reproche a su profesión?
– L: No, tengo solo agradecimiento. Me ha dado todo lo que tengo: amigos, trabajo.. ¿qué más le puedo pedir?
– T: En un momento de su carrera cuestionó su vocación preguntándose qué aporte le hacía a la sociedad con su esfuerzo diario como deportista. ¿Cómo resolvió esa situación?
– L: Creo que haber seguido lo que me gusta hizo que esa situación se resuleva sola. Ser fiel y consecuente con lo que es mi pasión. Después vinieron algunos resultados, las medallas, y ya empecé a sentir que éramos inspiración para jóvenes navegantes. Con las medallas también hemos podido darle alegría a la gente, que se sintió orgullosa de que Argentina haya podido ganar una medalla olímpica.
– T: ¿El oro olímpico terminó de convencerlo sobre su aporte como atleta?
– L: La medalla de Río 2016 fue la que más repercusión tuvo porque llegó después de haber atravesado la enfermedad. Me trajo cosas increíbles porque hoy en día sigo recibiendo mensajes de gente que superó el cáncer y me cuenta que fui una motivación para ellos. Eso es algo alucinante.
"Me voy a retirar cuando no disfrute lo que hago, si no estoy dándolo todo, si no siento que estoy disfrutando de lo que hago, si siento que estoy medio bajo o que no busco más la excelencia. Ahí me voy a retirar seguro".”
– T: Cuando le diagnosticaron la enfermedad, ¿sintió que terminaba su carrera?
– L: Lo primero que hice fue preguntarme por qué a mí. Me parecía injusto porque siempre tuve una vida muy sana, me sorprendió y no entendía por qué me había pasado eso en el pulmón. Si podía seguir navegando o no, en ese momento no tenía ni idea. Nunca supe hasta después de la operación si iba a poder seguir en el alto rendimiento porque no sabía cómo podía terminar la historia.
– T: ¿Su mentalidad de deportista lo ayudó para superar el cáncer?
– L: Absolutamente. Hay dos hechos claros: el ser deportista te da esos valores de lucha y esfuerzo, de confianza en uno mismo, y por otro lado el hecho de practicar este deporte, en el que jugamos con la naturaleza, continuamente te enseña a aceptar cosas externas que uno no puede controlar.
– T: Nueve meses de la operación, el oro olímpico en Río hubiera significado el final perfecto para su carrera. ¿Por qué decidió seguir?
– L: Porque es mi vida, disfruto mucho de lo que hago. No importa si ganamos o perdimos anteriormente. Entonces me pregunto ¿por qué no seguir haciéndolo?
– T: En otras disciplinas, muchos atletas se plantean darle un buen cierre a la carrera y que no sea el deporte el que le ponga fin. ¿Esto no aplica en la náutica?
– L: Yo me voy a retirar cuando no disfrute lo que hago, si no estoy dándolo todo, si no siento que estoy disfrutando de lo que hago, si siento que estoy medio bajo o que no busco más la excelencia. Ahí me voy a retirar seguro. Pero hoy me sorprendo a mi mismo, diría que tengo más ganas que antes. Mis ganas de rendir, de seguir en el alto rendimiento, son enormes. No me importa el riesgo que implica ponerme viejo y navegar peor.
– T: ¿Qué proyecta para después de Tokio 2020?
– L: Todavía no proyecto pero hoy por hoy siento que existe la posibilidad de que siga navegando, pero es algo que voy a pensar después de los Juegos.
Lange y su posición naturista: "No me quiero vacunar"
El campeón olímpico argentino Santiago Lange, quien se prepara para los Juegos Tokio 2020, expresó su deseo de evitar la vacuna contra el coronavirus, basado en su postura naturista de no consumir medicamentos.
De todos modos, el regatista de 59 años, paciente oncológico, se mostró predispuesto a la aplicación de la dosis, algo que definirá en conversación con su equipo y su compañera de navegación Cecilia Carranza Saroli.
"No me quiero vacunar, es una posición basada en un sentimiento, no en algo científico. Dicho esto: lo lógico es que me vacune porque no voy a apostar cinco años de mi vida a agarrarme este bicho de porquería una semana antes de los Juegos y no poder competir", explicó en una entrevista con Télam.
– Télam: ¿No le da miedo exponerse al coronavirus con sus antecedentes médicos?
– Lange: No, no me da miedo.
– T: ¿Va a vacunarse?
– L: No me quiero vacunar. Por lo que viví o por alguna razón me hice muy naturista en un punto y no tomo más remedios. Creo que en los últimos dos años y medio no tomé ni un paracetamol ni un ibuprofeno. No tengo una razón, pero no me quiero vacunar.
– T: ¿No le da confianza la vacuna?
– L: No me quiero inyectar algo en el cuerpo, no sé por qué. No está sustentado en una opinión muy sólida, es lo que siento. No quiero entrar para nada en ningún debate político ni científico sobre la vacuna. Mi postura tiene que ver con cómo estoy viviendo los últimos tres años de mi vida.
– T: ¿Le generan dudas los procedimientos y tiempos de producción de la vacuna?
– L: Todo eso lo pienso un poquito pero mi decisión no está tomada sobre eso porque, sino, me hubiera puesto a estudiar muchísimo más. Simplemente que hoy, más allá de la vacuna, en toda mi manera de vivir trato de no ingerir cosas que vayan en esa dirección. Va muchísimo más allá de la vacuna, es algo que siento. Por ejemplo, me tengo que hacer el chequeo del cáncer cada seis meses y prefiero hacerlo sin contraste. Le pedí a los médicos que me autoricen porque no tengo ganas que me inyecten el contraste. Esto está basado en un sentimiento, no en algo científico o filosófico. Dicho esto creo que lo lógico es que me vacune porque no voy a apostar cinco años de mi vida a agarrarme este bicho de porquería una semana antes de los Juegos y no poder competir.
– T: Entonces no quiere pero sí está dispuesto a dársela…
– L: Sí, creo que me la voy a dar más allá de si es obligatoria para competir porque seguramente lo hablemos con el equipo y vamos a tener que seguir la lógica de que, por precaución, lo mejor para todos es que me vacune.
"Nadie puede asegurar que los Juegos se vayan a hacer", asume Lange
El campeón olímpico argentino Santiago Lange asumió que "nadie puede asegurar", en contexto de pandemia, la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, programados en la capital japonesa del 23 de julio al 8 de agosto.
"Este bicho (por el coronavirus) no nos deja saber si en agosto habrá una nueva cepa y vamos a tener que estar cerrados o si las vacunas fueron o no exitosas. No sabemos nada", subrayó el regatista de 59 años durante una entrevista con Télam.
Al margen de la incertidumbre por la situación sanitaria y de la ratificación de la competencia por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) y el Gobierno nipón, Lange aclaró que continúa su preparación "como si se hiciesen".
En Tokio 2020, sus séptimos Juegos Olímpicos, el velista buscará su cuarta medalla después de los bronces en Atenas 2004 y Beijing 2008 junto con el correntino Carlos Espínola (clase Tornado) y del oro con la rosarina Cecilia Carranza Saroli (clase Nacra 17) en Río de Janeiro 2016.
– Télam: ¿Cómo es prepararse para estos Juegos después de la postergación del año pasado y en medio de los rumores que todavía siguen circulando sobre su concreción?
– Lange: Es especial, difícil, diferente, desafiante… Tuvimos momentos duros como cuando nos dijeron que se iban a postergar. Yo hubiera preferido que fueran en la fecha programada, el año pasado (24 de julio al 9 de agosto). Es complejo, no podemos tener un plan porque todo cambia continuamente, pero bueno es parte del juego, tratamos de usar la experiencia, ser fuertes, perseverantes y luchadores, que es una de las virtudes que tiene nuestro equipo con Cecilia.
– T: ¿Aún tiene reservas sobre la realización de los Juegos?
– L: Nadie asegura que los Juegos se vayan a hacer, como nadie asegura cómo va a estar el mundo en agosto porque nadie lo sabe. Este bicho no nos deja saber si en agosto habrá una nueva cepa y vamos a tener que estar cerrados o si las vacunas fueron o no exitosas. No sabemos nada. Pero quiero dejar en claro algo: yo sigo la preparación como si los Juegos se hiciesen, pero soy conciente de que vivimos en tiempos que nadie te puede garantizar nada. Me entreno para que se hagan y confío que el COI y el Comité Organizador están haciendo todo lo posible para que se hagan.
– T: ¿Qué planes tiene hasta el inicio de la competencia?
– L: Estamos en Italia con un grupo de entrenamiento muy poderoso, a principios de abril tenemos pensado competir en la Semana Olímpica de Francia y la intención es viajar a Japón el 1 de mayo. En junio tendremos un torneo previo y ya no volvemos más a Argentina hasta después de los Juegos.Fuente de la noticia (Telam)