Marcelo Silva de Sousa
RÍO DE JANEIRO.- Luego de un comienzo tardío en la inmunización contra el Covid-19 y ante una situación sanitaria delicada, el gobierno de Jair Bolsonaro acelera gestiones con laboratorios para intentar dinamizar la vacunación.
El general Eduardo Pazuello, ministro de Salud brasileño, aseguró ayer que la cartera mantiene negociaciones con cuatro laboratorios para concretar la llegada de más dosis a Brasil. Citó dos reuniones que mantuvieron con representantes de la vacuna rusa Sputnik V -la opción más avanzada- para discutir una propuesta de "precios", y otra con Bharat Biotech, fabricante de la Covaxin.
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El secretario ejecutivo del Ministerio de Salud anunció que existe la intención de adquirir diez millones de dosis de Sputnik V a través de un acuerdo con la empresa brasileña Unión Química.
El gobierno mantiene negociaciones también con los laboratorios Pfizer, Jansenn y Bharat Biotech, que podrían sumarse a las vacunas de AstraZeneca/Oxford y la Coronavac, las dos que ya cuentan con aprobación de uso de emergencia y comenzaron a ser aplicadas en todo Brasil.
"Brasil está buscando la solución a la pandemia, que es vacunar a su pueblo", aseguró Pazuello, que participó de un acto en la fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro, que se encargará de la fabricación local de la vacuna de Oxford.
La agencia nacional sanitaria, cuyos directores fueron designados por Bolsonaro, acaba de modificar las reglas para las empresas que soliciten el uso de emergencia de las vacunas, decisión que puede favorecer en el corto plazo la entrada de la Sputnik V. La vacuna rusa no cumplió con estudios de fase 3 en Brasil, requisito eliminado esta semana.
El giro de lgobierno en relación a las vacunas
Las gestiones reveladas por Pazuello forman parte de un giro que ha dado el gobierno en relación con las vacunas, que pasaron a ser ponderadas como la llave para poner fin a la crisis sanitaria y económica.
La pandemia continúa golpeando con fuerza a Brasil, que registró más de 230.000 muertes por el virus, el segundo mayor número de fallecidos en el mundo, solo detrás de Estados Unidos. En la última semana Brasil tuvo un promedio de más de 1000 muertes diarias.
La nación más poblada de América Latina alcanzó ayer los 3.366.706 vacunados, según datos de las secretarías de salud de los 26 estados y del distrito federal, Brasilia. El número representa el 1,59% de la población brasileña, y la cantidad total de dosis aplicadas es apenas un tercio de las que ya disponen los estados.
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La vacunación comenzó el 18 de enero, fecha considerada tardía por muchos expertos en salud, tras una fuerte presión de los gobernadores, en especial de João Doria, de San Pablo, un opositor con aspiraciones presidenciales.
Brasil es el séptimo país en el mundo que más vacunas ha aplicado, de acuerdo con datos recopilados por el sitio Our World in Data. El gobierno federal cuenta con un acuerdo con el instituto Butantan de San Pablo para proveerse de 100 millones de dosis de la Coronavac en el primer semestre. La fundación Oswaldo Cruz, en Río, recibirá hoy insumos para comenzar a producir localmente la vacuna desarrollada por Oxford y AstraZeneca. La meta prevista es que hasta julio pueda fabricar 100 millones de dosis, alcanzando los 20 millones mensuales para la segunda mitad del año.
La administración de Bolsonaro había apostado durante varios meses todas sus fichas apenas a la vacuna de Oxford/AstraZeneca y había deslegitimado la Coronavac. En diciembre, Bolsonaro, que ha dicho que no se vacunará, dijo que si alguien tomaba el inmunizante y "se convertía en yacaré" no podrían achacárselo a él. Más recientemente, en una reunión con inversionistas el 26 de enero, celebró ser uno de los países que más vacunó en el mundo: "Brevemente estaremos en los primeros lugares, para darle más comodidad a la población y de modo que nuestra economía no deje de funcionar".
La intención del gobierno federal de corregir el rumbo, con un intento de aceitar la llegada de diferentes vacunas, va de la mano de la moderación del discurso de Bolsonaro, afectado por un desplome en su popularidad entre diciembre y enero, que pasó de 37% a 31% según Datafolha.
"Lo que vemos es un intento desesperado por corregir lo que se hizo mal antes", dijo a la nacion Ethel Maciel, doctora en epidemiología y profesora de la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES). "El gobierno percibe que tiene encima los reclamos y la presión de la opinión pública, con mucha gente que está muriendo".
El ministro de Economía, Paulo Guedes, reconoció que si la situación sanitaria continuara delicada, será difícil dar vuelta la página económica, y admitió que podría ser necesaria la implementación de un nuevo auxilio de emergencia.
Maciel resaltó que más allá de los problemas de abastecimiento, la inmunización podría estar avanzando más rápidamente. Brasil ya cuenta con 8,8 millones de dosis listas para aplicarse entre la variante de Oxford/AstraZeneca y la Coronavac, de las cuales, según cálculos de la profesora, 5 millones ya podrían haberse aplicado como primera dosis. "No hay ninguna planificación que salga de un ministerio [Salud] lleno de militares sin experiencia en el área".
Por: Marcelo Silva de Sousa
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