Cuarentena. En los últimos seis meses el precio de la carne subió un 20,7%
Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), desde que se inició la cuarentena el precio de la carne vacuna al público subió un 20,7%. Aunque en las últimas jornadas se reflejó una baja en el valor de la hacienda, en el sector aseguran que el incremento obedece a un aumento acumulado en el valor del ganado que se terminó trasladando a la carne y al encarecimiento de insumos claves para producir, como el maíz para el engorde en feedlots, además de otros costos en carnicerías.
De acuerdo a Ciccra, en agosto pasado en los mostradores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el precio promedio de los cortes vacunos aumentaron un 2,9% mensual. Así, la carne se habría encarecido en niveles en torno de la inflación, ya que los analistas privados esperan que agosto haya cerrado en un rango de entre 2,5 y 3%.
En tanto, según Ciccra, como se mencionó, a lo largo de la cuarentena la suba del precio promedio fue del 20,7%. Respecto del consumo, en agosto pasado el consumo aparente se ubicó en el equivalente a 50,3 kg/año, una merma del 2,7% versus igual mes de 2019.
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«Se debe a que el novillo aumentó. La variación del ganado en pie se fue trasladando al precio final de la carne. En marzo y abril hubo un aumento fuerte del ganado, pero en los últimos meses se mantuvo», dijo Miguel Schiariti, presidente de Ciccra.
Sostuvo que el precio del novillo subió porque llevaba varios meses atrasado. A esto se le sumó el precio del maíz, clave para la alimentación por ejemplo en feedlots. «Lentamente se fue trasladando el aumento en los precios. En marzo había retrocedido un poco, pero finalmente el aumento se fue trasladando a las carnicerías», justificó.
Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, remarcó que en los últimos meses se ha visto un aumento progresivo en los valores de la carne y aclaró que no se debe a una suba en la demanda. «No hay más demanda de carnes, todo lo contrario, hay una caída en las compras. Por eso para nosotros es la pregunta del millón, por qué ha aumentado la carne. Algunos dicen que es la inflación, por eso los precios se van para arriba, pero no es por más consumo», aseveró.
Williams apuntó que en los últimos 20 días en su actividad observaron una caída en el consumo de los productos por la pérdida del poder adquisitivo. «La gente lleva lo que necesita cuando puede, no cuando quiere y generalmente se llevan los cortes más baratos», relató. «Mientras no se proteja al consumidor, no se podrá consumir. Algo está pasando y ese algo escapa al control de nosotros, porque esto depende del Estado», apuntó Williams.
Al margen de la caída del consumo, según Schiariti se registró un problema de comercialización por el cierre de restaurantes. «Tenés gente encerrada en departamentos que no hace asados», recordó.
Respecto de las carnes alternativas, según Ciccra los cortes porcinos aumentaron 3,3% y 4,8% en lo que va de la cuarentena. En el caso del pollo, la suba mensual fue de 1,5%, alcanzando 13,4% en la cuarentena.
Otros indicadores
En tanto, junto a las exportaciones (ya subieron más del 20% en el año), la ganadería argentina sigue mostrando otros indicadores favorables. Al respecto, la faena de hembras sigue bajando mientras continúa creciendo la de machos, un dato positivo para el sector.
«La faena del mes de agosto, con casi 1,2 millones de cabezas, resultó 2% menor a la del mismo mes del año pasado, pero con cambios muy positivos», dijo Víctor Tonelli, consultor.
En rigor, según explicó, la faena de hembras bajó el 7% en tanto que subió un 2% la de machos. Para Tonelli, se trata de «un cambio virtuoso».
Según indicó, en el acumulado del año se llevan faenadas 9,1 millones de cabezas, un 2,3% más que en el mismo período del año pasado, con un incremento en la participación de la faena de machos que alcanzó el 53,1% cuando el año pasado participaba con 50,5%.
En tanto, la faena de hembras, que era del 49,5% bajó a menos del 47%. Para el experto, esto está reflejando «cambios estructurales que muestran que el aparente exceso de faena de vacas era realmente un proceso de depuración de hembras improductivas y no una liquidación».
Tonelli agregó otro dato: «La faena de la categoría vaca, que es la que consideramos en condiciones de reproducir, bajó el 14,3% contra el mismo mes del año pasado en tanto que la faena de la categoría de machos jóvenes, no necesariamente livianos, que es la de novillitos subió, respecto del año anterior el 3,3%.»
Según el consultor ganadero, todo esto muestra un «camino al cambio de competitividad y eficiencia» en la actividad.
Por: Belkis Martínez
Fuente de la noticia (La Nacion)