La capital mexicana reanudará el próximo lunes algunas de sus principales actividades tras uno de los más largos confinamientos de su historia, pero la región periférica no podrá disfrutar de este alivio pues seguirá en cuarentena porque la crisis del coronavirus mantiene su intensidad.
Hasta ahora suman 18 estados (de un total de 32) los que abandonaron la cuarentena decretada el 23 de marzo y a partir de pasado mañana sólo se agregarán 2, que ya habían iniciado una reapertura parcial el pasado día 22.
Sin embargo la pandemia de Covid-19 está todavía lejos de terminar, con un balance de 208.392 contagios y 25.779 muertos (la segunda cifra más alta en América Latina), y una de las tasas de letalidad más elevadas del mundo (12,4%), reseñó la agencia de noticias Ansa.
La capital había previsto poner fin al encierro de sus 11 millones de habitantes el lunes pasado pero la alta cifra de infecciones llevó a las autoridades a dar marcha atrás.
De acuerdo con el cronograma difundido por la jefatura de gobierno de la Ciudad, donde se contabilizan hasta ahora uno de cada cuatro contagios y muertes, el lunes se prevé el regreso del comercio minorista.
Además, se contempla la reanudación de las labores de las trabajadoras domésticas y las actividades deportivas al aire libre y los clubes.
Para el martes se prevé que reabran los negocios del centro histórico y el miércoles los restaurantes, que deberán colocar mesas en espacios abiertos y usar ventilación natural pero no aire acondicionado, así como los mercados populares al aire libre y bazares.
La mira ahora está puesta en la zona periférica de la capital, perteneciente al denominado Estado de México, una región de unos 10 millones de personas que forma parte de la zona metropolitana de la capital conocida como Valle de México.
Diez municipios en total, pero entre ellos dos que destacan por ser cinturones industriales y localidades dormitorio densamente pobladas, Tultitlán y Atizapán, sobresalen por su alto nivel de contagios y de letalidad (15,29%, superior al promedio nacional).
El desplazamiento del epicentro de la pandemia a las orillas de una de las metrópolis más densamente pobladas de América Latina, que resaltan por su abundancia de asentamientos irregulares llamados popularmente "cartolandia" o "ciudades perdidas", era uno de los mayores temores de las autoridades.
Tultitlán contabiliza una tasa de letalidad de 20,36% y Atizapán de 18,93%, pero hay otros municipios como Ixtapaluca (17,94%), Naucalpan (16,77), Chimalhuacán (16,50%), Ecatepec (16,23%) y Ciudad Nezahualcoyotl (15,58%), que no se quedan atrás y son una suerte de "bomba de tiempo".Sin embargo, el gobernador del estado, Alfredo del Mazo, anunció una reducción en la hospitalización de pacientes por Covid-19 del 20% en las últimas dos semanas y confió en que la semana que inicia el 6 de julio será posible que el semáforo de la pandemia pase del "rojo" al "naranja".
Del Mazo dio a conocer que a partir del lunes comenzarán "los procesos de adaptación en comercios, trabajos y lugares públicos para anticiparse a la llegada del semáforo naranja".
En el estado meridional Guerrero, donde sigue vigente el rojo, el gobernador Héctor Astudillo indicó que también está allanando el camino para la reapertura de playas, en particular de los famosos centros veraniegos de Acapulco e Ixtapa Zihuatanejo.
Otro estado vecino a la capital, Hidalgo, se dispone también a reabrir centros de veraneo con una capacidad limitada.
A nivel nacional, México mantiene una ocupación de camas generales de 45% y de camas con respiradores de 39%. Fuente de la noticia (Telam)