Al ángulo: el póker de goles de Quintero ante los grandes y la profecía fallida de Riquelme
Al ángulo: el póker de goles de Quintero ante los grandes y la profecía fallida de Riquelme
La pelota ya se metió en el ángulo e infló la red. La camiseta número 10 vuela en el Monumental y su dueño saca la lengua. Sonríe, se abraza con sus compañeros y revive el festejo en Madrid: mano derecha en la sien y mano izquierda en el escudo. Aquella vez fue frente a la hinchada de Boca en la final de la Copa Libertadores. Esta vez fue frente a los hinchas de River en un estadio colmado que vibró con cada toque de Juan Fernando Quintero , el crack que hace vibrar a Núñez y ayer completó un póker de lujo en la victoria 2-0 ante Racing por la fecha 18 de la Superliga .
Goles a Boca, Independiente, San Lorenzo y Racing. El enganche colombiano, que suma nueve tantos en 39 juegos, ya tachó a los cuatro grandes de su lista de rivales vencidos. Y todos con golazos para enmarcar. El de ayer ante la Academia fue el primero de tiro libre y le permitió a Quintero dejar atrás un fallido presagio de Juan Román Riquelme luego de la súperfinal.
"Va a volver a patear y no la va a meter nunca más en el lugar donde la metió el otro día", dijo el ídolo xeneize tras el triunfo millonario en España. Pero el enganche colombiano no solo volvió a convertir un golazo, sino que además colocó la pelota en un ángulo que parecía imposible desde 37 metros de distancia, rompiendo así la profecía de Riquelme: tal como en el Bernabéu, el zurdazo ingresó en el ángulo izquierdo del arquero.
"Yo simplemente trato de jugar. Mi tarea es darle alegrías a los hinchas de River y ayudar a que se sientan identificados con nosotros", dice en rueda de prensa. Pícaro, atrevido como en el campo de juego, pero siempre cauto a la hora de enfrentar los micrófonos. "Estoy muy contento por lo que hicimos todos en el campo. Fue un partido muy bonito y fuimos justos ganadores. El gol fue muy bonito pero lo más importante es que sirvió para el triunfo. Hoy me tocó ayudar a mí, a otro partido le va a tocar a otro compañero", agrega.
Anoche, Quintero debutó con la camiseta número 10 en la espalda como local y se llevó la primera ovación en su estadía en Núñez: "¡Olé, olé, olé, olé. Juanfer, Juanfer!" estalló el público tras su golazo de tiro libre. Una muestra de cariño y agradecimiento para un futbolista que comienza a meterse en el bolsillo a todo el mundo River.
Yo simplemente trato de jugar. Mi tarea es darle alegrías a los hinchas de River y ayudar a que se sientan identificados con nosotros Juanfer Quintero
"Todos los goles son importantes, los disfruto y mientras ayuden a ganar, valen el doble. Yo miré al arquero que estaba tirado a la derecha y me atreví a patear. Por suerte fue un bonito gol. Pero esto es un tema de equipo: aquí importa que gane River y que el que tenga la oportunidad de patear, haga el gol", expresa el volante de 26 años recién cumplidos. "El cariño de la gente se hace notar y es recíproco, se dio desde el primer momento en el que llegué. Les agradezco mucho, pero yo no creo en el tema de los ídolos, es trabajo diario con resultados que se dan en el campo".
Pero no solo recibe las felicitaciones de parte de las tribunas del estadio, sino que también el técnico Marcelo Gallardo se toma su tiempo para halagarlo y volver a afirmar que deposita total confianza en él. "Desde el lugar que hizo el gol. fue tremendo. Me pareció una ejecución tremenda, era muy difícil. Ojalá que esto venga acompañado por su continuidad en el juego, hoy hizo méritos para estar en condiciones de asumir ese rol que le exigimos. Sabemos que tiene el talento para hacerlo, estoy muy contento con él", comentó el DT y agregó, entre risas, que no se compara con él en la ejecución de pelotas paradas porque el colombiano es zurdo y él era derecho.
El póker contra los equipos grandes
Quintero ya logró convertir goles en los cuatro clásicos para River. El primero se dio ante San Lorenzo en el empate 1-1 de la cuarta fecha de la Superliga que se jugó el 1° de septiembre de 2018: corrida de derecha hacia izquierda y precisa definición con la cara interna de su pie zurdo.
Luego logró marcarle a Independiente, el 2 de octubre del año pasado, en un momento crucial de la conquista de la Copa Libertadores: el duelo de vuelta de los cuartos de final ante el Rojo estaba 1-1 y Juanfer destrabó todo con un genial zurdazo desde la medialuna del área para enfilar el triunfo que le permitiría al Millonario clasificar a la semifinal.
Dos meses después, consiguió uno de los goles más importantes de la historia riverplatense, logrando el 2-1 parcial ante Boca en la final de la Libertadores: pase atrás de Mayada desde la derecha, control y zapatazo furioso para que la pelota se estrelle contra el travesaño del arco del Bernabéu e infle la red, dejando sin posibilidad alguna al arquero Andrada. Un tanto que será gritado por el resto de los días.
Finalmente, ayer cerró el círculo con el espectacular tiro libre que descolocó al arquero Arias, quien nunca se imaginó que la pelota pudiera lograr la trayectoria y la potencia que tomó con el disparo de Juanfer. Una obra de arte que hizo delirar al Monumental.