San Lorenzo-Huracán, a mano: el primer gran clásico del año terminó en un empate que valió la pena
San Lorenzo-Huracán, a mano: el primer gran clásico del año terminó en un empate que valió la pena
Asomó como la tarde soñada, con dos equipos decididos a ser protagonistas. Pero San Lorenzo y Huracán no se sacaron ventajas en el clásico e igualaron 0-0. De esta manera, el Globo desperdició la chance de acercarse más a Racing en la cima de la Superliga y quedó a 9 puntos. El Ciclón, en tanto, terminó el partido con la sensación que podría haber ganado pese a la injusta expulsión de Fabricio Coloccini en el primer tiempo. Un empate atractivo en el duelo postergado por la 13ª fecha, pese a que no hubo goles.
El compromiso entre San Lorenzo y Huracán estaba programado para el 25 de noviembre pasado. Pero un día antes, en la segunda final de la Copa Libertadores, los incidentes en el Monumental tras la agresión al micro de Boca obligaron a diseñar una nueva agenda. Y el arranque de 2019 llegó con varios encuentros sin resolución. Así, uno de los cruces más importantes que debió jugarse en 2018 terminó disputándose en 2019. Nada que sorprenda: en el fútbol argentino impera el desorden y suele emparejar para abajo.
En el Nuevo Gasómetro había un interrogante principal antes del inicio del partido: cómo reaccionarían ambos equipos frente a los importantes cambios de los últimos dos meses. En noviembre, el entrenador de Huracán era Gustavo Alfaro y el capitán Marcos Díaz. Piezas fundamentales de un equipo con un andar prolijo en el torneo. Pero ambos se marcharon a Boca. Así, el clásico marcó el estreno de Antonio Mohamed en la Superliga. El Turco, quien estuvo muy cerca de dirigir a los xeneizes, mostró las nuevas caras que arribaron a Parque de los Patricios. Antony Silva -uno de los destacados del clásico- fue el reemplazante de Díaz en el arco, y Lucas Barrios apareció como centrodelantero en lugar de Andrés Chávez.

En tanto, en el conjunto local el director técnico Jorge Almirón tiene la misión de recuperar a un equipo que deambula en los últimos lugares de la tabla de posiciones. El Ciclón tuvo el debut de tres de sus seis refuerzos en la formación titular: el arquero Fernando Monetti y los mediocampistas Raúl Loaiza y Héctor Fértoli. Todos se marcharon envueltos en aplausos.
En el clásico ya se pudo vislumbrar qué futuro proyecta el entrenador azulgrana para su equipo. Desde el primer día de la pretemporada el DT trabajó con el esquema que más lo seduce, el 4-3-3. Su voluntad siempre va a ser la misma, con un rol protagónico, con salidas desde el fondo, con una presión asfixiante en terreno rival.

El primer tiempo fue muy atractivo. San Lorenzo trató de imponer condiciones y se presentó como una estructura prolija en ataque, con determinación y plantado en en territorio del Globo. Entre los 16 y los 18 minutos Nicolás Blandi pudo abrir el marcador de cabeza, pero se encontró con la resistencia de Silva, que en una de las oportunidades se lució con una atajada espectacular.
Las sociedades fueron asomando en el Ciclón. Belluschi fue la guía y el que mejor entendió cómo se deben afrontar este tipo de partidos, con pases verticales y directos. Por otro lado, Huracán se presentaba listo para salir velozmente de contragolpe, pero a sus jugadores les costaba conectarse, las distancias quedaban largas y la presión de sus delanteros resultaba insuficiente. Tuvo poco la pelota y le cedió el protagonismo a su adversario. Sin embargo, también contó con la chance de ponerse en ventaja a los 26, pero Fernando Monetti la desvió cuando Lucas Barrios definió tras un centro que Israel Damonte peinó al segundo palo.
Belluschi fue la guía y el que mejor entendió cómo se deben afrontar este tipo de partidos, con pases verticales y directos.
Los dos exigieron la máquina al máximo, había un intento combativo en cada arranque, en cada intento. En un choque con alta demanda física, el debutante Raúl Loaiza siempre oxigenó la zona media de San Lorenzo. El colombiano siempre estuvo rápido para la lectura defensiva del juego y fue la gran figura del encuentro.
A los 32 minutos, el árbitro Andrés Merlos quedó bajo la lupa de todos en el Nuevo Gasómetro. Expulsó a Fabricio Coloccini por un pisotón a Damonte en una salida desde el fondo. Pero el defensor no tuvo ninguna intención de golpear, no hubo uso desmedido de la fuerza. El contacto fue simplemente una acción del juego. Error grosero de Merlos.

A pesar de la expulsión, el Ciclón no renunció al ataque. Sin embargo, la falta de serenidad de sus jugadores en el área le privaron a Boedo terminar el primer tiempo en ventaja. Sobre el cierre, Rubén Botta quedó mano a mano con Silva, pero el volante definió contra el cuerpo del arquero paraguayo. Y aprovechando esta coyuntura, el Globo emparejó el clásico con Iván Rossi como el mejor de sus exponentes.
En el segundo tiempo los arqueros siguieron con sus lucimientos. A los 5 minutos, Monetti le sacó un cabezazo esquinado a Barrios. Más tarde, a los 20, Belluschi dibujó una jugada maravillosa, pero no fue la tarde más productiva de Blandi, que cara a cara con Silva definió al lado del palo derecho. El panorama ofensivo de San Lorenzo siempre mejoró cuando el volante oriundo de Los Quirquinchos se hizo cargo de la elaboración. De todos modos, el clásico no le abría los diques a las emociones.
En el Ciclón también hubo tiempo para el debut de Gino Peruzzi, que apenas había completado un entrenamiento en la Ciudad Deportiva. El ex Boca, en una ubicación inusual para él, se ubicó como volante por derecha y generó peligro cada vez que llegó hasta el fondo de la cancha. En líneas generales, fueron provechosos los estrenos en cada uno de los equipos.

Mejoró el visitante con la entrada de un emblema como Patricio Toranzo, rápido e incisivo para las combinaciones. Pero no alcanzó. Sigue sin ganar Huracán en el Nuevo Gasómetro. La única y última vez que superó al eterno rival en ese estadio fue en diciembre de 2001. Aquella vez, San Lorenzo, que se preparaba para la final de la Copa Mercosur, preservó a varios de sus titulares. Miguel Brindisi, por entonces DT del Globo, acertó con la apuesta por el juvenil Emanuel Villa, quien definió el clásico tras una buena jugada de Lucho González.
Se fue satisfecha la gente de San Lorenzo. Aplaudió a cada uno de sus jugadores. Aparecieron las buenas señales. Por momentos el equipo exhibió algunos rasgos de lo que presente Almirón y resultó auspicioso el debut de sus refuerzos. El crédito está abierto.