Junín: Delitos en alza y defensas bajas
Junín se ha transformado en una ciudad “delito cero”. No porque no ocurran hechos. Sólo porque se ocultan sistemáticamente y trascienden cuando fue atrapado al voleo un “posible” culpable. El hecho parece esclarecido, aunque todos sepan que el verdadero ladrón sigue suelto y seguirá actuando.
Los partes policiales dan cuenta, en los casos más terribles, de aprehendidos por “resistencia a la autoridad” (se atrevieron a mirar feo al agente), por “pedido de captura” (tantos motivos), por “violación de órdenes de restricción” (un padre que fue a ver al hijo y la mujer lo denunció, por ejemplo) o por reyertas familiares.
En los últimos tiempos, los dos menores que la policía logró atrapar tras alzarse con DOS GORRAS en un comercio céntrico muestra el grado de inutilidad, desidia, desinterés y falta de profesionalismo, tanto de los uniformados como del poder político, que debiera meter manos en el asunto.
Junín se ha transformado en una ciudad “delito cero”. No porque no ocurran hechos. Sólo porque se ocultan sistemáticamente y trascienden cuando fue atrapado al voleo un “posible” culpable. El hecho parece esclarecido, aunque todos sepan que el verdadero ladrón sigue suelto y seguirá actuando.
Ponen la basura bajo la alfombra. Dejó de haber hurtos, escruches, arrebatos y ni hablar de robos calificados. Acá nadie se queda con lo ajeno. Lástima que no alcanza con hacerse amigo del mensajero en los medios alineados, porque hoy son deschavados sin piedad desde Facebook, la red social más elegida por la gente para exponer sus experiencias traumáticas ligadas a la inseguridad.
Con un breve repaso, se puede dar cuenta que no terminó nada. Que el ciudadano común sigue viviendo una pesadilla y se encierra en su casa cuando empieza a oscurecer, y no solo. Porque después de las 21 y hasta el sol del otro día, no hay patrulleros ni policías en la calle.
Las cámaras estuvieron atentas para que se atraparan a dos mujeres que habían pintado el frente del edificio municipal con consignas pro-aborto. Pero no anduvieron cuando a un chico de 18 años lo corrió una bandada de motos, en plena madrugada, por Benito de Miguel. No hubo cámaras ni policías en la escena, aunque era sábado, a la salida de un boliche y lo que se supone un corredor de seguridad.
No anda ninguna autoridad cuando las bandas se ajustan cuenta a los tiros y dejan inválida a una jovencita inocente que estaba en el momento y lugar equivocado.
Ni hablar de drogas: se siguen “pescando” desprevenidos jovencitos con un porro “entre las ropas”, dando terribles golpes a los kioscos, mientras por detrás los mismos de siempre continúan sus millonarios negocios. ¿Cuánto estará cotizando hoy esta no-mirada cómplice y permisiva?
¿Dónde están los “pitufos”? ¿Qué se hizo con los patrulleros 360º? ¿Siguen vigentes las cuadrículas? ¿Andan las cámaras? Son todas preguntas sin respuestas.
Desde su retorno, Luis “Sheriff” Chami se encuentra más preocupado por posicionarse como posible candidato político -tal como refleja una encuesta que lanzó una página web local- que en hacer bien su trabajo. Por eso, cuentan que -para tapar el sol con las manos- hizo instalar una antena para que utilice la policía en una frecuencia exclusiva, y nadie (el periodismo con handy) se entere de los accidentes que pueblan las calles ni de los robos, arrebatos, golpizas y otras yerbas que son moneda corriente en los barrios juninenses.
Si se anima, salga a dar una vuelta un día de semana a las 2 de la mañana. Otra que el Lejano Oeste. Entre las bajas temperaturas, las heladas y la falta de atractivos en lo que supo autodenominarse ‘ciudad de turismo’, parece un pueblo fantasma.
Mientras, los funcionarios de turno y los jefes policiales siguen empeñados en construir la imagen y dibujar las estadísticas. Siempre lejos de la gente, sus necesidades y realidad.